Sin dudas, no son los mejores días para Viviana Canosa (46). Semanas atrás transitó una experiencia llena de incertidumbre, cuando su padre tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia por un problema cardíaco. En ese momento, la periodista pidió por diferentes redes sociales la constitución de cadenas de oración para rogar por un final feliz pues, de acuerdo con lo que le habían comunicado los especialistas, no estaba garantizada una operación exitosa. “Nos dijeron que había riesgos de que mi papá no la pasara”, confesó la conductora una vez que José Canosa había abandonado el quirófano, donde los cirujanos le colocaron tres bypass. Si bien se mostró aliviada por el resultado de la operación, Canosa se sinceró y remarcó que más allá de la angustia que padeció antes y durante la intervención de su padre, “esta situación límite nos sirvió para estar más unidos como familia”. Sin dudas, Viviana dio a entender que en su entorno afectivo fue necesaria una circunstancia tan delicada para ir dejando de lado las diferencias internas y mancomunar energías en pos de la recuperación de José. Cuando las cosas parecían ir retomando su cauce normal, dado que la rehabilitación comenzaba a desarrollarse de acuerdo con los cálculos de los facultativos, y sin alteraciones que revistieran gravedad, una ola de rumores otra vez la colocó en el centro de la escena. En esta ocasión, no por temas relacionados con el terreno de la salud sino con sus sentimientos, pues de un día para el otro diferentes rumores que salieron al ruedo indicaron que en estos momentos atraviesa una crisis conyugal con Alejandro Borensztein (59), el padre de su hija Martina (5).
Es más, para muchos que conocen el círculo íntimo de Canosa, la separación ya sería prácticamente un hecho, afirmando, incluso, que ya no existe trato entre ellos y que han dejado todo en manos de abogados. Ante estos trascendidos, Canosa no dudó en dar su parecer y hacer oír su campana, desmintiendo todo y asegurando que no existen argumentos serios que respalden lo que se está hablando. “Me impactó hoy la cantidad de mensajes que recibí preguntándome si estaba separada. La respuesta que me dieron algunos periodistas, que me llamó poderosamente la atención, es que me ven sola en Punta del Este o en Mar del Plata, o con amigas o con mi socia. La verdad es que viajo por una o dos noches para hacer mi programa de radio. Me van a ver sola porque es por trabajo”, fue el inicio de su descargo, pronunciado en tono firme y con algún sesgo de ironía, por entender que los responsables de originar los rumores se basaron en un sustento insólito. Posteriormente, Viviana, que eligió explayarse para robustecer su postura frente a la información extraoficial, dio una explicación más coyuntural de las vicisitudes que suelen preponderar en la vida de pareja por razones de trabajo. “Cuando un hombre viaja por trabajo no le preguntan si se separó de su mujer. Me parece machista”, disparó, para respaldar sus palabras aseverando que “con Alejandro estamos muy bien, disfrutando de la vida, de la familia”.
En la misma sintonía, Canosa destacó que en sus viajes exprés tampoco lleva a su hija Martina, ya que justamente es “híper obsesiva y responsable” con sus compromisos laborales. “Tal vez les impactó que mis últimas notas eran con mi familia, pero era porque no estaba trabajando", expresó Viviana, y enfatizó: “Estoy muy bien y muy tranquila, con mi familia”. Lejos de quedarse con eso, después, desde su cuenta de Twitter, Canosa fortaleció su desmentida: “Chicos, estoy felizmente casada! Gracias por todo… besos”. El tiempo, como siempre, dirá quién miente y quién dice la verdad.
¿Le metieron el perro?
Viviana negó la crisis
