Mucho se habla del papel de Wanda Nara (32), como representante y esposa de Mauro Icardi, en la tirantez que existe entre el futbolista y el club al que pertenece, el Inter de Milán. Pero poco del verdadero deseo del deportista. En el programa Tiki Taka, donde la rubia se desarrolla como panelista, habló del asunto.
Recordemos que Icardi dejó de ser el capitán del equipo neroazzurro, cuando el club le quitó el brazalete y se lo dio a su compañero, el esloveno Samir Handanovic.
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Aquella decisión fue el puntapié para que Wanda intente bajar el tono a la discusión. "Siempre cuando se puede hablar serio entre las partes es una semana positiva, según mi parecer”, dijo. “Como digo siempre, trabajo por Mauro, por el bien de Mauro. Mauro quiere estar bien en el Inter, quiere quedarse en el Inter y yo solo trabajo para hacer las paces", aclaró.
Según contó Wanda las reuniones con el director deportivo del Inter, Beppe Marotta, y que cuentan con Paolo Nicoletti como mediador, fueron positivas. "No ha inventado el problema de la rodilla, se está tratando las 24 horas del día. Da prioridad a la salud en este momento porque puede que no se sienta importante para el equipo", dijo y deslizó que: "Cuando Mauro hable muchos entenderán muchas cosas".
Y después explicó por qué Mauro no asistió al partido contra Spal, en el que el Inter se impuso por 2 a 0. "Nos quedamos en casa con nuestros hijos no porque tuviéramos miedo de abucheos, fue algo acordado con la compañía, hablo más con Marotta que con Mauro", dijo riendo. "Fue para evitar posibles malentendidos en un momento como este. Teníamos que ganar y ganamos, estoy muy feliz", sumó.
"Prefiero no decir demasiado dado que para nosotros, los interistas, esta semana será difícil (jugarán la vuelta de los octavos de final de la Europa League ante Eintracht Frankfurt de Alemania y Milan). Lo que diga puede ser mal interpretado. Solo digo que fue una reunión positiva, como siempre sucede cuando las partes se enfrentan seriamente", concluyó.
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