Wanda Nara volvió con todo de México, donde estuvo grabando la nueva temporada de Love is blind. Y en medio del ping pong de preguntas de los cronistas, a Wanda se le escapó una infidencia, un fuerte comentario que le hizo su psicólogo sobre cómo se toma el escándalo que hace meses la enfrenta con Mauro Icardi y la China Suárez.
Todo empezó cuando un notero quiso saber cómo le afectaba la mudanza de la China, que ya mostró cómo decoró la mansión donde vive con Icardi en Estambul. Y mientras le consultaban si pensaba que hacía la China con sus cosas que quedaron ahí, Wanda lanzó: "Yo ya me compré todo nuevo. Pasó ya más de un año y los talles de mis hijos ya no son los mismos".
Sin embargo, hay algo que a la mediática le duele. Un trofeo que tuvo que soltar y que sabe que nunca va a volver a tener con ella. "A mí me dio pena no poder recuperar la copa que gané en el Bailando de Italia”, señaló. Y entonces, Wan compartió lo que pasó puertas adentro de su sesión de terapia.
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“Yo llorando por la copa y mi psicólogo diciéndome ´Wanda, no podés ser tan hueca´, que me tenía que quedar con el orgullo de haberla ganado", contó la empresaria, dejando en claro que el tema ya lo superó, gracias al consejo de su terapeuta y su acertado tirón de orejas.
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Además, Wanda no esquivó un tema delicado: cómo sigue el conflicto con Mauro por sus hijas Francesca e Isabella y si es cierto que las chicas podrían viajar a Turquía a encontrarse con el papá. Wanda negó todo y explicó por qué.
"No, las chicas no pueden salir del país por el pedido de restitución pero cuando el padre venga, me imagino que lo primero que va a hacer es venir a verlas", sentenció la empresaria desde el Aeropuerto de Ezeiza, antes de aclarar que ella había propuesto varios lugares para que sus hijas vean al padre.
