De Buenos Aires a Punta del Este, en la República Oriental del Uruguay. De Punta del Este a Aspen, en el centro de los Estados Unidos. De Aspen a Miami, en el extremo sur del estado de Florida. Y de Miami a la frenética capital de la República Argentina. Cuatro destinos, cuatro viajes, tres países, tres climas distintos, miles de kilómetros para recorrer. No son los datos del próximo tour de Lali Espósito ni el plan de pretemporada de un cuadro grande de la Superliga de fútbol. Son las movidas vacaciones del clan Latorre, que incluyen algún que otro trámite aquí, playa al otro lado del charco, mucha nieve y mucho frío en el exclusivísimo centro de esquí en Colorado, y otra vez sol y mar en la calurosa y bien latina Miami. Casi nada.
Los hijos de Diego (49) y Yanina (49), los líderes de una familia que se ha mantenido unida y consistente a pesar de todas las tormentas que enfrentó, ya están grandes. De hecho, Lola acaba de cumplir 18 el último fin de semana, y semejantes vacaciones son una manera de celebrarlo. Dieguito, el menor, tiene 14 y sigue los pasos del padre: Juega al fútbol en las inferiores de Defensores de Belgrano. Pero más allá de esa circunstancia, y quizás a contramano de la mayoría de los chicos de su edad, no han perdido la costumbre de pasar los veranos con sus padres. Eso llena de orgullo a Yanina. “Venimos a Punta desde que Diego dejó el fútbol, volvimos de México y los chicos eran chiquitos. Y ahora, adolescentes y todo, igual quieren venir con nosotros. Ayuda mucho que acá tenemos un grupo grande de amigos, y están las amigas de Lola y los amigos de Dieguito, así que está todo como acomodado. Hay días que vienen con nosotros a la playa y hay otros que estamos todos separados porque tenemos actividades cada uno por su lado. Quieren venir con nosotros y esto me da orgullo y alegría. Pero claro, a la noche ellos salen, vuelven tarde y no estamos tanto tiempo juntos. Por eso antes veníamos acá todo el mes y ahora venimos 15 días acá y nos vamos 15 días a otro país, donde ahí sí estamos todo el tiempo juntos. Primero vamos a esquiar a Aspen y después completamos con un poco más de playa en Miami”.
No se trata de un lugar ni de una actividad comunes. No todo el mundo esquía ni mucho menos tiene la posibilidad de conocer Aspen, un lugar al que acuden celebridades de todo el planeta. “Esquiamos todos desde siempre–cuenta Yanina, relajada–, Lola y Dieguito desde muy chiquitos. Alquilamos una casa en Snowmass, que es cerquita de Aspen. Es una pequeña villa que pertenece al condado de Aspen. Son cuatro montañas: Aspen, Snowmass, Buttermilk y Highlights. Son pueblitos divinos, en la montaña, llenos de nieve. Después, Miami. Trabajamos mucho los dos y nos merecemos y necesitamos las vacaciones”.
Yanina siempre deja su huella. Imposible que no suceda. La misma que cuenta que “me encanta que los famosos me tengan un poco de miedo” y que se siente “un poco poderosa” en el trabajo que desarrolla “porque soy la única que siempre dice lo que piensa y se la banca”, instantes después señala que es “una madre muy sensible, me angustia el fin de las etapas. Primero soy madre y después persona. Lola acaba de terminar quinto año y es el fin de una etapa súper importante. De ahora en más empieza una vida más independiente y de adulta”.
Yanina Latorre, un chapuzón
Yanina Latorre y su lengua karateka
