El resto del mundo no entiende muchos "argentinismos" idiomáticos. Uno son los insultos. A nadie le entra en la cabeza que "hijo de puta", por ejemplo, pueda ser usado para definir a alguien como una mala persona pero también para adjetivar positivamente a quien hizo algo extraordinario. Algo de eso sucedió anoche, en la cancha de River, cuando Lionel Messi ejecutó una nueva obra de arte, le dio el triunfo a la Argentina sobre el seleccionado de Ecuador y Juan Pablo Varsky, para elogiarlo, "lo reputeó".
En el estado Monumental de River, Argentina y Ecuador abrieron las eliminatorias que clasificarán al mundial que se jugará en Estados Unidos, México y Canada en 2026. Sí, dentro de 3 años. Hay allí otro curioso giro del idioma y las expresiones: mientras en el resto del planeta estos torneos se llaman "Clasificatorios", aquí se les dice "eliminatorias". "Ustedes le dan a todo un toque dramático", argumentan en los otros rincones del mundo la costumbre que tenemos acá de darle a todo un giro épico y de sufrimiento.
El partido fue mucho más duro de lo que se esperaba. La Scaloneta no encontraba los caminos al gol y Ecuador, de contra, generaba alguna zozobra en las cercanías de Dibu Martínez. Tanto fue así que una de las figuras descollantes del campeón del mundo fue Cuti Romero, un defensor. Los delanteros y los encargados de generar juego (Lautaro Martínez, Nico González, Kevin Mac Allister, Enzo Fernández) no estaban en su mejor noche y los minutos se iban sin que llegara la apertura del marcador.
El segundo tiempo, disputado bajo una pertinaz y molesta llovizna, transcurría entre el dilema argentino de no llegar mucho al área rival y cierta apatía de la gente muy observada (y criticada, por cierto) en las redes sociales. La teoría de que al seleccionado lo va a ver un público más "de teatro" que "futbolero" parecía confirmarse cuando la temible escuadra albiceleste tuvo un tiro libre en las puertas del área ecuatoriana. Quedaban 13 minutos.
EL INSULTO DE JUAN PABLO VARSKY A LIONEL MESSI TRAS SU GOLAZO CONTRA ECUADOR
A los 36 años y después de dos décadas regalando maravillas por aquí y por allá con todas las camisetas que se puso, es probable que Lionel Messi haya convertido anoche el gol de tiro libre más lindo de su carrera. La Pulga no pateó ni le pegó. Simplemente acarició a la número cinco y la puso en un rincón inalcanzable para el arquero de Ecuador. Allí sí la cancha explotó en un grito desaforado y alabó a su héroe máximo casi hasta el delirio.
Juan Pablo Varsky es uno de los periodistas que más partidos de Messi debe haber cubierto para las distintas cadenas televisivas para las que trabajó y aun trabaja, y tiene una frase que usa cada vez que el rosarino mágico hace una de las suyas: "La rutina de lo extraordinario". Varsky estaba en la cancha viendo el partido junto al relator Pablo Giralt (el que llora cuando le toca seguir los partidos del seleccionado) y cuando Messi dibujó su pincelada dijo "¡!ué hijo de mil puta que es! Que hijo de puta que es. Es un hijo de puta, boludo. Es un hijo de puta, boludo. Qué hijo de puta que es. ¿Cuántas veces vimos este gol? Mil. ¿Cuántas goles relataste así? Mil, boludo. Es un hijo... Perdón, Leo. Perdón, te amo. Pero sos un hijo de puta boludo, no podés hacer ese gol, boludo". Después, en Twitter, "JP" escribió "Perdón familia Messi! No se lo tome personal Celia. Me salió del alma" junto a un corazón. Afuera no lo van a entender. Mejor, porque por suerte Messi es argentino.
