Al uruguayo José Ignacio Ramírez le fue bastante bien en sus primeros meses en el fútbol argentino. Después de destacarse en dos cuadros de su país -Liverpool primero y Nacional después- lo compró Newells para que integre su delantera: al día de hoy, que el cuadro rosarino se jugará sus últimas chances de clasificar a los cuartos de final de la Copa de la Liga contra Defensa y Justicia en Forencio Varela, lleva 8 anotaciones en 13 partidos y está tercero en la tabla de goleadores sólo por detrás del colombiano de River Miguel Borja, que suma 12 gritos, y de la reveación de Racing Adrián "Maravilla" Martínez, que lleva 11. Nada mal para un recién llegado.
Ese buen andar en los campos de juego se contrapuso, claramente, con lo que sucedió lejos del verde césped. En su vida privada. En su fuero íntimo. Ramírez llegó al país acompañado por su mujer de toda la vida, la también uruguaya Anto Lima.
La muchacha destacó rápidamente en la convulsionada sociedad rosarina. Primero por su exuberante figura - "físico de vedette, elegancia de modelo, sofisticación de actriz", la describieron en el verano- y después por su filosa forma de manifestarse en las redes sociales.
Anto Lima tuvo "la genial idea" de picantear la previa del clásico entre Newells y Central. En el mundo del fútbol se dice que el choque entre los dos gigantes de la ciudad de la bandera es uno de los más calientes de todo el país. "Si ganás sos ídolo para siempre, pero si perdés no podés salir a la calle por un mes porque las cargadas son muy pesadas" se asegura siempre cuando van a jugar "Leprosos" (Newells) contra "Canallas" (Central). Anto la fue "de canchera" y le salió el tiro por la culata.
Su marido "no la tocó", Central le ganó a Newells 1-0 en su propia cancha del Parque Independencia ("Coloso Marcelo Bielsa", se llama el estadio) y ella, claro, fue blanco de muchísimas gastadas por parte de la embravecida legión auriazul.
Pero esa no fue la única "derrota" que sufrió la pareja. En un momento, y de la nada más absoluta, tanto a uno como a otro lado del charco empezaron a sonar rumores que vinculaban al "Colo", el apodo de él, nada más y nada menos que con la China Suárez, una de las mujeres más intrigantes ya no de la Argentina ni del continente, sino de todo el mundo. Les guste o no a propios y extraños, la actriz carga con una imagen que combina cierto aire de "muchacha irresistible" y una dosis de "mente abierta y desprejuiciada" que la ha vuelto un misterio para el resto de la humanidad, que no puede contestar por qué ningún hombre puede decirle que no. Rámirez y Anto Lima capearon el temporal. En ese momento, porque después sucumbieron.
LO VINCULARON CON LA CHINA SUAREZ Y AHORA LO DEJO LA ESPOSA: EL DRAMA DEL GOLEADOR DEL FUTBOL ARGENTINO
Anoche, Anto Lima volvió a sus redes sociales. Pero no para bardear a nadie sino para avisar que se separaba de Ramírez y se iba a Italia "por trabajo y para desenchufar, que bueno ir a Roma". En letras rojas sobre fondo negro, los colores de Newells, puso "Me cansé. La vida y el tiempo dirán si debemos seguir juntos. El amor propio que perdí difícil que lo recupere. Mi vida entera etregué por mi familia. (Cosa que jamás me arrepentiré). El mundo del fútbol es muy machista. Muchas veces desvalorizan a las mujeres de los jugadores, y nosotras mismas sin darnos cuenta terminamos naturalizándolo. Pocos notan quién estuvo en las malas. Porque en las buenas sobran manos para aplaudir".
"Hablamos de la igualdad de género y esto está cada vez peor. De las mujeres de los jugadores muy pocas tienen redes sociales, y las que las tienen es súper privado y controlado. Hablo de las esposas (no de las novias de turno). Yo soy una figura pública. También tengo mis ingresos. Eso es lo que no entienden varios de ese mundo. Si no suma, que no reste. Va para ambos lados", escribió para terminar. En ese clima Ramírez saldrá a la cancha esta noche a buscar la clasificación.
