Chuck Norris es uno de los emblemas del cine estadounidense. Famoso por sus películas de acción y por sus papeles de ‘todopoderoso’, ahora el actor deberá afrontar una de las batallas más duras de su vida: cuidar de su mujer.
Gena O’Kelly, su esposa, sufre desde hace casi seis años de artritis y fuertes dolores. Sus molestias empeoraron, según explicaron sus médicos, por una “mala praxis durante una resonancia magnética”. Aparentemente, le habrían inyectado gadolinium, un contrastante metálico muy tóxico que le dañó el sistema nervioso y renal.
“Siente el cuerpo ardiendo y debe estar en reposo varios meses” había declarado Norris cuando decidió comenzar una batalla legal por diez millones de dólares, monto que gastó en tratamientos para su esposa.
Con 79 años, el exmilitar explicó en las últimas horas que renuncia al mundo cinematográfico para dedicarse de lleno al cuidado de su amor: “Dejo todo. De ahora en adelante no haré más que mantener viva a Gena. Quiero que siga en el mundo, junto a mí y a nuestros hijos. Mi amor por ella es más fuerte que mi carrera, el dinero, cualquier otra cosa. Está enferma, sufre, y yo seré su custodio y su consuelo”.
O’Kelly es madre de dos de los cinco hijos del actor y cuando comenzaron su romance causaron una revolución ya que ella es 23 años menor que él. Con el paso del tiempo, lograron consolidarse como una de las parejas tops de Hollywood.
Además, hace dos años en un rancho de Texas, Chuck pasó por un momento complicado en su vida al sufrir un doble infarto: “Al volver de un espectáculo de artes marciales en Las Vegas, mi corazón se paró dos veces. ¡Dos infartos! Los médicos me dijeron que el noventa por ciento de los hombres con el mismo cuadro habrían muerto”.
Sin embargo, Chuck Norris relacionó su milagro con la actual enfermedad de su mujer: “Tal vez fue una señal del cielo: no debía morir, porque Gena me necesitaba”.
