Brad Pitt quedó en el centro de todas las miradas cuando se mostró devastado tras la muerte de su madre Jane, quien falleció el pasado 5 de agosto a los 84 años. El actor fue visto en Los Ángeles con el vestuario de su personaje Cliff Booth, en plena filmación de la secuela de Once Upon a Time… in Hollywood.
A sus 61 años, Pitt enfrentó uno de los momentos más duros de su vida personal mientras debía continuar con su compromiso laboral. Una fuente cercana aseguró que “está siendo su yo profesional habitual a pesar de esta tragedia personal”, aunque en las fotos se notó un semblante sombrío.
Jane Pitt fue recordada con enorme cariño por toda la familia, que escribió en un obituario: “Conocida cariñosamente como Grammy, Jane disfrutaba enormemente celebrando la singularidad de cada nieto mediante tradiciones individuales conocidas con cariño como 'Tu Día Especial'”.
El protagonista de Fight Club creció en Springfield, Misuri, junto a sus hermanos Doug y Julie, en el hogar que Jane y William construyeron lejos de las luces de Hollywood. Ese vínculo con su madre siempre fue muy fuerte. Meses antes de su fallecimiento, Brad ya la había homenajeado públicamente en un gesto que hoy adquiere aún más peso.
LA DESPEDIDA DE BRAD PITT
Durante una proyección especial de su película F1, Pitt miró a cámara y sorprendió a todos al dedicarle un mensaje directo a Jane. “Tengo que saludar a mi mamá porque te cuida cada mañana. Para Jane Pitt. Te quiero, mamá”, expresó con emoción en plena entrevista con Savannah Guthrie.
Aunque continuó en el rodaje de la esperada secuela de Tarantino, las fotos del 19 de agosto lo mostraron con una larga peluca rubia y un bigote a juego, lejos de la sonrisa habitual que solía acompañarlo en los sets. La tristeza marcó su rostro, y quedó claro que, más allá de la ficción, Brad Pitt atravesaba el duelo más doloroso de su vida.
