Los últimos meses fueron duros para Britney Spears. La cantante permaneció algunos meses internada en una clínica psiquiátrica para tratar la angustia que sentía por la enfermedad que padece su padre, Jamie Spears, quien fue hospitalizado de emergencia en Las Vegas, debido a una ruptura de colon espontánea que por poco le cobra la vida.
Tras la internación, la princesa del pop decidió someterse a un tratamiento de rehabilitación para superar el mal momento que vivió junto a su padre.
Pero el duro momento que padeció parece haber quedado en el pasado. Britney armó las valijas y emprendió sus vacaciones al parque de diversiones más grande del mundo, Disney junto a su novio Sam Asghariy sus dos hijos, Jaydem James(12) y Sean Preston(13) fruto de su relación con su ex marido Kevin Federline.
La cantante se demostró sonriente y contenta junto a sus seres queridos. Además de su familia, Spears estuvo acompañada todo el tiempo por cuatro guardaespaldas y un guía turístico VIP, quien los acompaño durante su paso por los parques.
En su cuenta de Instagram compartió una serie de postales junto a sus hijos junto a la leyenda: “Lo pasamos genial en Disneyland hoy … pero no recuerdo haberme mojado tanto en la montaña splash! De todos modos, mis hijos son mayores ahora, así que no les gusta que les tomen una foto … así que me emocioné hoy cuando dijeron ¡SEGURO! ¡Qué gran lugar!”, escribió.
Según revelaron desde su entorno intimo, la rubia pasa mucho más tiempo con sus hijos ahora que se encuentra recuperada.
