La bella y sensual Rocío Marengo se fue a vivir a Chile por cuestiones laborales y ya le empiezan a brotar las primeras lágrimas y remordimientos. Lleva tres semanas del otro lado de la cordillera y si bien disfruta de su rol en el país vecino, sufre por amor.
De novia con Eduardo Fort, los días que pasan sin verse se hacen interminables. “Esto es todo muy reciente y por ahora la llevamos bien. Para no extrañarnos tanto nos turnamos para viajar, pero el tema es que yo con el programa tampoco tengo mucho tiempo”, le contó a Paparazzi.
Por otra parte, con el corazón en la mano, Marengo había contado en su programa Viva la Pipol, sus ganas y necesidad de formar una familia. “Me encantaría casarme, tener hijos, formar una familia tradicional, como la de cualquier vecino, pero no se me da. No se me da y no creo que en esta vida lo pueda cumplir. Es terrible lo que estoy reconociendo. Creo que fue por culpa mía, de chica fui independiente y apabullé mucho a los hombres”.
Tras los rumores que vienen desde principio de año, Rocío y el hermano del recordado Ricardo Fort confirmaron que están juntos, en una linda relación de amor. “La realidad es que llevamos cinco años juntos, pero nunca lo contamos porque a él no le gusta la exposición y lo respeto, como él respeta cosas mías”.
En cuanto a su partida al país vecino, Marengo tomó este pasó como un crecimiento. “Estoy conduciendo Viva la Pipol, de lunes a viernes, con mi amiga Pamela Díaz, el programa es de ella. Estoy muy contenta con el programa, con la vida social…ella se separó así que le estoy haciendo el aguante; vamos a comer, salimos, me presentó a sus amigas, formamos un lindo grupo. En cuanto al trabajo, allá en Argentina todo descartado, no hay nada”.
