Así es la relación de padres e hijos. Unica. Incomparable. Capaz de generar las sensaciones más opuestas, como en el caso de Mariano Iúdica. Mientras Involucradosy Polémica en el bar, sus “dos hijos televisivos”, le dibujan una enorme sonrisa, en la vida real llora y sufre las ausencias de Valentina y Bernarda, las dos hijas que se le acaban de ir a España en busca de mejores horizontes de los que ven en la Argentina. “Yo soy muy del abrazo, del beso, de juntarnos todos los fines de semana, de tenerlos a todos reunidos alrededor de la mesa. Y ahora eso me falta. La verdad, este tema de mis hijas que se fueron… lo encaro y me pongo a llorar. Me cuesta, me cuesta horrores. Yo siempre estuve para todo y toda la vida, y ahora es la primera vez que si les pasa algo no voy a poder estar al lado de ellas”,contó en Pamela a la tarde.
La distancia se acortará en julio. “Voy a visitar a las chicas porque no aguanto más y me gustaría ir un miércoles a ver al Papa y tener un encuentro con él”.Fue allí cuando Iúdica tocó otro tema que tiene que ver con su vida personal: vive en pareja con Romina Propato hace veinte años y siente que llegó el momento de contraer enlace: “Me tengo que casar. Ahora llegó el momento y ella me dijo:‘Nos casamos?’. Ya le propuse 500 veces y le hice todas las sorpresas que se les pueden ocurrir. Ella es más real. Me dice:“Si estamos perfecto así, qué te hacés el que te querés casar. Dale, mentiroso’. Y se va, y le baja el volumen a mi propuesta. Pasa que una vez, cuando hacía La cocina del show, estuvimos muy cerca de casarnos, con una movida atrás bastante grosa. Pero empecé conSoñando por cantar y la locura de viajar por todo el país, y le puse frío a la idea, y medio como que hubo una ofensa. Elegí la profesión y se enojó. Vi la fiesta de Rial y me gustó, me gustaría una fiestita”.
Iudica quiere fiesta de casamiento
Iudica quiere fiesta de casamiento
