Le han hecho fama de picaflor. Lo metieron en el grupo de los galanes maduros, pero la realidad indica que Fabián Doman (53) jamás lo buscó. El conductor de Nosotros a la mañana jamás ocultó su estilo seductor ni renegó del rótulo de sex symbol que algún trasnochado intentó colocarle apenas se separó de Evelyn von Brocke y le adjudicaban romances distintos casi de manera diaria. Pero para la gran mayoría realmente se trató de una estrategia laboral y no de una verdadera intención basada en la personalidad de un hipotético conquistador serial de mujeres. No, porque de manera paralela a su distanciamiento de la ex panelista de Bendita, Doman naufragaba en una etapa de transición profesional provocada por su desvinculación de C5N, la emisora de cable que, de algún modo u otro, le permitió dar el salto de calidad en la pantalla chica. Los que conocen de cerca al conductor interpretan que ese desmedido afán por equiparar al periodista con el nivel de contemporáneos suyos, como Gustavo Bermúdez o Gabriel Corrado, tuvo, en realidad, un objetivo mediático. Un levantamiento de perfil, uno de los requisitos que se deben cumplimentar para soñar con la posibilidad de entrar en un canal de los denominados “grandes”. Afortunadamente para Doman, la receta surtió el efecto esperado, y mientras los más aventurados aseguraban que no iban a sorprenderse si alguien deslizaba un presunto romance entre él y Julia Roberts, nada menos que El Trece le abría las puertas de su programación.
Una vez que desembarcó en el canal de Constitución, una monstruosidad comparado con C5N, y no únicamente por su tradicional importancia en la televisión abierta, las versiones de amoríos se fueron aquietando. Claro, ya no eran necesarias y hasta, de continuar, podrían jugarle en contra teniendo en cuenta que las autoridades de El Trece son muy celosas con la exposición de la vida privada de sus figuras. “Doman es un caballero con una energía tremenda, parece de 20 años”, fue la reflexión de la primera novia oficial que se le conoció al conductor ya estando en su nuevo ámbito laboral. Macarena Rawson Paz, de 36 años en mayo de 2016, cuando decidieron blanquear el romance. La que ofició de Cupido fue Fernanda Iglesias, quien los presentó. Se separaron en mayo del año pasado. Y desde entonces, Doman se inclinó por disfrutar un poco la soltería y esperar la llegada de un nuevo amor cuando Dios lo disponga. El destino quiso que en noviembre se enamorara de María Laura de Lillo, que tiene 40 años y vive en Barrio Parque. Desde entonces, el vínculo fue progresando a pasos agigantados, al punto que ya se atrevieron a ratificarlo con la colocación de dos alianzas. “Eso funcionó como un compromiso para los dos. Es la primera vez en mi vida que me siento comprometido”. Para María Laura, sin dudas, eso es una garantía. Porque le han hecho, claro, fama de picaflor.
Encuentro clave
Fabián Doman y su novia, compromiso y algo más
