No pasó desapercibida en su tránsito por Gran Hermano, en esa edición de regreso del reality tras varios años de ostracismo. No solo accedió a las instancias finales, sino que Romina Uhrig se transformó en un personaje público, lleno de dudas y mantos de sospecha.
La ex participante quedó envuelta en múltiples situaciones singulares, como la causa que emprendió la justicia por enriquecimiento ilícito a su ex marido Walter Festa, que la salpica por su condición de esposa durante los años que se investiga al ex intendente de Moreno.
Dentro de las aristas que posicionan a Romina en el foco de la tormenta también se encuentra Caramelo. El perrito que ingresó en las últimas semanas a la casa más famosa de la televisión, junto a Mora, terminó bajo la custodia y cuidado de la ex diputada nacional.
El caniche se ganó el amor de miles de fanáticos del reality, quienes siempre siguen con mucha atención el estado de ese peludo precioso. Ahora, Romina lo llevó a una de sus actividades habituales, esas que se relacionan con oficiar de mediática, de opinadora, en su visita a A la Barbarossa.
ROMINA UHRIG RECIBIÓ CRÍTICAS POR EL ESTADO DE CARAMELO, EL PERRITO DE GRAN HERMANO
En el estudio de Telefe, Uhrig se mostró muy feliz en compañía de Caramelo. A pesar de la sonrisa de la morocha, muchos se detuvieron en analizar el lenguaje corporal de la mascota. De ese modo, la ex legisladora navegó por un eje de críticas y recriminaciones bajo la lógica de no cuidar debidamente al perro.
En definitiva, las redes sociales explotaron de comentarios contra Romina del calibre de: "Está hecho bolsa caramelo, mi vida, nada que ver con Mora", "¿Romina realmente lo cuida?", "Dios, que demacrado está", "Caramelo tiene cara de que sufre".
