Atraviesa la adaptación a la realidad, a la cotidianidad lógica de la vida, sin el cerco de protección y aislamiento tajante que configuró sus límites en los últimos cinco meses. Zoe Bogach intenta reincorporarse al exterior, tras el transcurso de unos días de la dolorosa eliminación de Gran Hermano.
La influencia negativa del ingreso de su madre a la casa más famosa de la televisión, provocó que la blonda cayera en las garras de los votos de los fanáticos, que optaron por quitarla de la competencia, por eyectarla del juego, ese al que perteneció durante una montaña de semanas.
Con un lenguaje corporal en sintonía con lo poco que evidenció en Gran HErmano, Zoe lució visiblemente incómoda, sin muchos argumentos para expresarse verbalmente, cuando Georgina Barbarossa intentó conocer algunos aspectos de su privacidad, de la intimidad con su novio.
La conductora procuró saber las características del reencuentro con su pareja y le consultó: "Ayer fue el encuentro con tu novio, ¿cómo fue?". La joven apenas soltó un puñado de palabras:"Nos reencontramos en el programa (en la gala post eliminación), todavía no nos vimos solos".
ZOE SUFRIÓ ANTE UNA SIMPLE PREGUNTA DE GEORGINA BARBAROSSA SOBRE SU NOVIO
Sorprendida, Georgina redobló: "Ah, todavía no se vieron solos". Frente a lo cual se topó con una línea exigua de Zoe: "No, yo sigo en el hotel....”. Motorizada en su deseo de navegar por la lógica de verse nuevamente con su novio tras tantos meses de abstinencia, Barbarossa preguntó: "¿Y chungui chungui? ¿Un poco de chape, de franeleo, algo? ¿Una alegría?".
Bogach no le respondió nunca a la genial animadora sobre la privacidad con su novio. Luego, la ex participante vaciló en contar sus próximos pasos: "Hoy ya me voy del hotel, así que seguro que hoy lo veo". Pero no quiso, o no supo, especificar si se reunirán en la casa de su pareja: "No, no sé, no sé. Hoy me voy a casa y todavía no tengo ningún plan".
