Si hay algo que a Juana Viale (37) no le gusta hacer es hablar de su vida privada. Muchísimo menos de sus romances. Pero, inducida por Gabriel Oliveri, invitado al programa Almorzando con Mirtha Legrand, que eventualmente conduce la actriz, contó por primera vez la historia de amor con su pareja, Agustín Goldenhorn.
“Acabo de ver a Agustín, que es una bomba”, dijo el director de Marketing y Comunicación del hotel Four Seasons. “¿Estás pensando en casarte?”, lanzó inesperadamente. Y también, inesperadamente, Juana respondió. “A mí me encantaría que suceda lo que tenga que suceder, lo que la vida me tiene que dar”, contestó la nieta de la diva de los almuerzos.
“Si viene una noche y te entrega un anillo, ¿te casás?”, insistió Oliveri. “Sí, supongo que sí”, dijo ella. “Él tendría que ir a hablar con mi papá. Me encantaría eso”, agregó sorpresivamente la actriz.
TE QUIERO A ESCONDIDAS
Y cuando el invitado consultó si tendría más hijos ella reveló: “No sé si tendría más hijos. No sé si puedo. Tuve varios hijos con cesárea y un montón de situaciones complejas de salud. Pero yo estoy abierta al universo siempre”, explicó Juana. “Este es mi programa dejá de preguntar”, agregó riendo. Pero Oliveri no se dio por vencido. “¿Qué te enamoró de él?”, preguntó.
Fue entonces que Juana tomó el toro por las astas y decidió revelar su historia de amor. “Voy a contar nuestra historia. Fue una cita a ciegas. Yo había ido a trabajar a Córdoba, había vuelto y mi mamá estaba con un grupo de amigos comiendo en un restaurante muy cerca de Aeroparque y fui", contó.
"Y estaba con todos amigos y dije: ‘¿Tienen a alguien para presentarme?’ Y un amigo me dijo: ‘Yo tengo a alguien’, me mostró una foto y dije no sé si es mi perfil, no creo, no sé. Y otro amigo me dice: ‘Yo tengo una persona para presentarte’. No me mostró foto, nada. Me dijo le voy a pasar tu teléfono así se hablan”, relató.
MAS AMOR PARA JUANA
“Pasa un tiempo, yo estaba con mis hijos en clases de skate de Sylvestre y recibo un mensaje que dice: Agente X. Él no sabía mi nombre, en mi WhatsApp no aparece mi foto y la persona que le pasó mi teléfono no le dijo nada, sólo le dijo: ‘Llamá a este teléfono, encontrate’”, siguió.
“Me mandó un mensaje que me encantó mucho, yo soy bastante risueña. Mi primera respuesta fue una risa y empezamos un breve contacto telefónico. Eso fue un sábado y el domingo yo no podía salir porque estaba con mis niños, pero le dije tengo una hora. Tengo una hora para que nos tomemos un vino y nos conozcamos”, continuó.
“Me pasa a buscar por la puerta de mi casa. Él no sabía que estaba hablando conmigo y yo sólo sabía que se llamaba Agustín. Me mira y dice: ‘¿Ah sos vos?’ ‘Bueno, sí, hace 37 años que soy yo’. Y ahí nos fuimos a tomar un vino a un bar malísimo, el peor vino del mundo. Y hubo ahí como algo y surgió una magia. Nuestro amigo dijo: ‘Pensé que no iban a durar nada’”, sumó. Y después finalizó: “A mí me encantaría casarme por la fiesta que vamos a hacer”. ¿Se vendrán los anillos?
