Los ricos también lloran, como decía el título de una vieja novela, y las bonitas también sufren y se retuercen de la bronca. Un momento de esa intensidad estaría viviendo la China Suárez una vez consumado el explosivo romance de su ex Rusherking nada más y nada menos que con Angela Torres, con quien mantenía una buena relación.
De acuerdo al chimento ultra explosivo que contaron en Socios del espectáculo, la China habría tomado una decisión que dejaría en evidencia su actitud despechada al ver las fotos del trapero santiagueño en compañía de la actriz: parece que le duele que lo que empezó como una "colaboración profesional" terminó en un romance hecho y derecho.
A la salida del recital que Luis Miguel brindó en La Rural -donde los asistentes pagaron más de 1.100.000 pesos para verlo de cerca- el notero del programa de la dupla Lussich-Pallares encaró, con decisión, a cada uno de los integrantes de la flamante parejita. Pero mientras el muchacho se mostró bastante esquivo y totalmente reacio a hablar de su vida, a Angela se la pudo observar mucho más suelta y predispuesta.
"¿Viste que la China Suárez te dejó de seguir en Instagram?" le preguntó el cronista, incisivo y punzante. Angela abrió bien grande los ojos y jamás perdió la sonrisa ni el buen semblante. "Ay... no, no lo sé... no tendría idea de eso" manifestó. Hoy día, dejar de seguir en Instagram significa lo mismo que el "corto mano corto fierro" con el que dos amigas dejaban de tratarse hace 50 o 60 años.
LA ACTITUD DESPECHADA DE LA CHINA SUAREZ ANTE EL ROMANCE DE RUSHERKING Y ANGELA TORRES
En el ciclo de las mañanas y los mediodías del 13 dieron por seguro que la China tomó esa medida "furiosa" por el blanqueo de sus ex. Rusher es su ex novio, y todo indica que Angela pasara a formar parte del listado de conocidas con las cuales cortó todo vínculo.
"Nos queremos mucho" dijo Angela cuando le preguntaron por su relación con Rusher, y ante un nuevo interrogante acerca de la relación ("¿Podríamos decir que ya son novios?") se limitó a sonreír y a agradecer la presencia de la prensa. El que calla otorga, que no es el título de ninguna historia pero lo decían mucho las abuelas también.
