Es muy humano, un chico común, cero problemático. Es buena persona y me encanta cómo encara cada cosa con tranquilidad. Yo tengo una vida acelerada y en él encontré cosas que me hacen bien. Siento que es el amor de mi vida”, dice Lali Espósito (26) de su actual pareja, Santiago Mocorrea Roemmers (32). ¡Y no es poco!
La pareja lleva un año a puro romance, una relación que comenzó a fuego lento. Lali venía de una ruptura que terminó en escándalo y que la expuso de un modo que hubiese preferido evitar. No es casual que su nuevo amor sea un outsider, un chico que si bien está en contacto con el medio artístico por su profesión como productor musical, nunca tuvo exposición mediática. Tal vez, como reza uno de sus hits, el problema radicó en un tema de "Ego", algo que no se pone en juego con el bajo perfil de Santiago, oriundo de General Villegas, y ahora abocado a los negocios familiares.
Dos melodías que, aunque con orígenes distintos, encontraron una sintonía común.
La felicidad de Lali es palpable e inocultable, a pesar de que al principio hizo todo para preservar su relación de los medios, poco a poco se fue relajando o, mejor dicho, ganando confianza. Esa confianza en que lo que tenía entre manos era algo bueno, lindo y sano. Y ¿cómo ocultar lo que desborda? Es ahí donde la cantante y actriz traiciona sus pretensiones de mantener en el ámbito de lo privado sus sentimientos por Santiago porque la lengua se suelta y abunda en halagos para el hombre que la tiene completamente enamorada: "Es muy lindo y espectacular como hombre y, a pesar de que no es del medio, entiende mi trabajo y me acompaña lo más que puede, como yo en lo suyo", revela. En algo intenta mantener ese límite demarcado, y es con la cantidad de fotos que sube a la red con el muchacho, algunas pocas y en ocasiones sumamente importantes, como para San Valentín, que se la pudo ver en la pose “koala” junto a su novio. La intimidad de la pareja es resguardada de los 4,5 millones de seguidores que posee en Instagram. Y aunque reconoce que este amor es bien distinto de los ya vividos, sin menospreciar o renegar de sus decisiones. El pasado como una huella que permite construir el camino a seguir: “Era otra chica cuando salía con Peter y otra mujer cuando estuve de novia con Benjamín. Cambié, muté, crecí. También aprendí mucho de mi relación con Mariano, la pasé muy bien con él, lo elegí, pero hoy Santiago es quien me quiere como soy. No hubiera podido salir con él cinco años atrás. Es increíble verme evolucionada. Antes, tal vez estaba más ruidosa. Hoy busco armonía y bienestar”.
Aun cuando intuye que Santiago es su gran amor, hay una certeza que se presenta como una constante para Lali: “Nunca dejaría de lado lo que me desarrolla como mujer y como profesional por una pareja. Prefiero dejar esa opción para el día en que sea madre y tal vez quiera quedarme en casa viendo crecer a mi hijo. Pero sé que me costaría mucho porque soy una workaholic”.
Su carrera antes que el amor
Muy enamorada
