Restan apenas unos meses para que la ley de matrimonio igualitario celebre, radiante, su primera década. Su entrada en vigencia se dio en 2010 y su esperada aplicación provocó una verdadera transformación social en la Argentina, que al reglamentarla se convirtió en el primer país de América Latina en incorporar este tipo de normativas a su código civil.
Así, quedaron condenados a la esterilidad los obstáculos legales que históricamente impidieron la realización de una boda entre dos personas del mismo sexo, propiciando un quiebre que marcó un antes y un después en el plano cultural y en el pensamiento colectivo de nuestra comunidad. Un escenario que también disparó una marcada expectativa en aquellos que anhelaban fervientemente ponerse los anillos, pero que veían truncas sus chances de concretarlo por un formato jurídico cuadrado y vetusto.
Con el correr de los meses, las parejas que se atrevieron a romper el molde haciendo uso de las facultades que contempla la denominada Ley 26.618 se fueron multiplicando. Incluso con referentes del espectáculo a la cabeza, que tomaron la iniciativa y señalizaron el camino para el resto, el cual, progresivamente, fue siguiendo sus pasos para hacerle pito catalán a la censura social que los venía condicionando y los privaba del derecho de igualdad.
Sí, sí
Ese numeroso grupo de caras conocidas que finalmente consiguió materializar su sueño acaba de sumar un nuevo integrante: Luis Bremer (45). El periodista acaba de dar el “sí, quiero” con su novio, Juan Cruz Bri, en una ceremonia súper secreta, una muestra clara de su bajo perfil y de su intención de mantener su privacidad bajo siete llaves.
Para ser más claros: salen desde hace doce años y quizás sea la primera vez que se muestra en público con su contrayente. Por supuesto que en este caso valió la pena desviarse y cortar las ataduras. Más de una década compartiendo alegrías y amarguras, tardes de sol y jornadas lluviosas. Luis y Juan, tras un largo trecho recorrido juntos, pudieron coronar su historia de amor volcando sus sentimientos en un libro de actas y llevárselos compaginados en el interior de en una libreta.
“Juan me ilumina la vida, gracias por darme felicidad. Sos mi mejor plan, siempre… Te amo”, fue el mensaje de Luis un rato después de firmar todo en el registro civil. Una hermosa recompensa a tanto compañerismo y afecto, dos de los pilares que, sin dudas, mantuvieron apuntalado el día a día para conducirlos a un final feliz. Claro, feliz y con todas las de la ley.
