"Una voz en el teléfono" fue una exitosísima novela de Canal 9 que rompió todos los ratings en 1990 y terminó de consagrar como primerísimas figuras de la época a dos jóvenes que venían empujando de muy abajo: Raúl Taibo y Carolina Papaleo. Quizás nunca haya oído hablar de esa ficción ni tenga registro alguno de su existencia, pero la China Suárez supo lo que se siente en las últimas horas, cuando un llamado de Benjamín Vicuña los puso otra vez a transitar veredas muy diferentes.
En líneas generales, de acuerdo a lo que contaron en el programa Socios del espectáculo, esa comunicación le puso "punto final" a la aparente buena onda que reinaba entre ellos -están separados desde la pandemia, cuando le pudieron fin a cinco turbulentos años de relación amorosa- desde que "la serenidad de la madurez" pareció ganarle al "ímpetu brioso" con el que transitaron el vínculo y los primeros tiempos como ex pareja.
Según la información brindada por Paula Varela en el ciclo que conduce la dupla Lussich-Pallares, todavía en plena vigencia a pesar de los deseos de Evelyn Von Brocke para que Rodrigo se separe de su "socio" y se anime a largarse solo, la temperatura de Vicuña subió hasta superar su límite permitido cuando vio que la China subió a sus historias una foto suya con su hija Magnolia.
"La llamó enseguida y le pidió que por favor la bajara", informó la panelista. "Ella le hizo caso porque quiere mantener la relación cordial como la que tienen ahora. Entonces la sacó" aseguró Varela, quien agregó además que Vicuña no quiere que quede en el aire que las cosas entre ellos están perfectas y como si nada hubiera pasado. "El no quiere dar una imagen de familia perfecta cuando no lo son", definió la periodista.
QUE LE GRITO BENJAMIN VICUÑA A LA CHINA SUAREZ EN EL LLAMADO QUE LOS VOLVIO A ENFRENTAR
"Pero a los pocos días -recordó Varela- La China volvió a subir otra foto, ahora de él con los dos chicos. Le puso "Vicuña´s", como si estuviera diciendo en inglés que son los hijos de él. ¿Qué pasó? A Benjamín tampoco le gustó que pasara eso, y volvió a llamarla. Le dijo en tono fuerte "¡Por favor, baja esa foto! Sabés que a mi no me gusta eso, no es lo que quiero".
Pero esta vez la China adoptó una conducta distinta a la del anterior reclamo. "Ella, toda cocora, ¿Qué hizo? Pues dejó la foto todo el tiempo que quiso y hasta que saliera de circulación porque las historias de Instagram duran un día". ¿Conclusión? Está todo mal entre ellos otra vez, como antes, durante y un poco después de la separación. Mirá mirá mirá, sacale una foto...
