El escándalo estalló cuando a Mauro Icardile quitaron la capitanía del Inter de Milan, equipo que marcha en la tercera posición del torneo italiano (casi sin chances de ser campeón frente a la Juventus y el Napoli) en medio de un torneo bastante mediocre. Enojadísimo, el joven delantero de la Selección Argentina decidió no seguir jugando hasta nuevo aviso. Acto siguiente, se conoció el por qué.
Su esposa y representante, Wanda Nara, le pidió a las autoridades del club europeo una suma millonaria para que su marido renovara el contrato con la institución sino tendrían que venderlo en busca de mejores oportunidades. Tras muchas idas y vueltas, le negaron su pedido y ellos dos se mostraron molestos. “Aquí nadie entiende lo importante que es Mauro para el presento y el futuro de esta sociedad. Cuando no estemos más nos van a extrañar”,dijo Wanda, en su casa, mientras sigue negociando con otros clubes el destino del jugador nacido en Rosario.
La culpable. El mal manejo de Wanda ocasionó la supuesta crisis de pareja que, hasta el día de hoy, es protagonista. El joven está angustiado porque la relación con su club se volvió tensa. “En los momentos más difíciles se demuestra el verdadero amor. A pesar de todo he decidido quedarme por el amor a estos colores. He rechazado ofertas que un jugador difícilmente rechazaría. Estos son mis valores por los que siempre he luchado", destacó el goleador. "No sé si en estos momentos hay amor y respeto hacia el Inter y hacia mí por parte de quienes toman decisiones. He respetado a los hinchas, a mis compañeros, al club y a todos los entrenadores. He colaborado dentro y fuera de las canchas. Siempre he sentido y transmitido amor por esta camiseta".
Y la botinera se hartó de que todos apunten contra ella. Por eso, decidió alejarse del escándalo a su manera. ¿Cómo? Relajándose en un destino súper top.
Wanda armó las valijas y aterrizó con sus hijos en Dubai con un objetivo claro: alejarse de las especulaciones. Además de divertirse en los parques temáticos junto a sus pequeños y disfrutar de los restaurantes más exclusivos, aprovechó la oportunidad para mostrarse orgullosa de sí misma.Desde la playa, la botinera compartió dos fotos en malla y deslumbró a sus seguidores. Se mostró segura de sus curvas y, especialmente, muy relajada y plena. “Para pasar un mal momento nada mejor que el lujo”,aseguró, con los pies en el agua. Su marido, en tanto, se quedó en Milan buscando un futuro.“No te preocupes, mi amor. Yo te voy a arreglar todo”, le prometió antes de partir. ¿Lo logrará? Y sino… ¡Qué digan lo que quieran!
Wanda se tomó el palo ¡a Dubai!
Los rumores de crisis no cesan
