Contrajeron matrimonio en 1997 y se separaron en 1999. En le 2004 se reencontraron y se dieron una nueva oportunidad como pareja. Antes de hacerlo, Robert De Niro y Grace Hightower firmaron un contrato donde establecieron reglas, temiendo un posible segundo divorcio. En el 2018 se volvieron a distanciar y esta vez, empezó a tallar ese vendito papel que firmaron de antemano.
Ya sin ánimos de volver a intentarlo, coincidieron en que era momento de repartir y continuar por caminos separados. Sin embargo, cuando parecía que todo se iba a dar por los caminos de la armonía, el actor recibió un duro revés cuando los abogados que representan a su ex le informaron la mitad de su fortuna valuada en 500 millones de dólares. De Niro puso el grito en el cielo porque dice que es muchísimo más de lo que habían acordado en el 2004.
Por supuesto, la feroz batalla por determinar que le corresponde a cada uno recién comienza y, al parecer viene para largo. En la contienda, también aparece la custodia de Helen Grace, la hija menor de la pareja, de 7 años.
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Según el sitio Page Six, el acuerdo que firmaron en su comento contemplaba, en caso de separarse, que a Hightower le correspondía un departamento en Nueva York, valorado en 6 millones de dólares, 500 millones en efectivo y una pensión anual de un millón de la moneda estadounidense.
¿Por qué su ex no quiere saber nada con este acuerdo? Según ella, el actor, desde el 2004 a esta parte, facturó más de 300 millones entre las 38 películas que filmó y los 35 negocios entre la cadena de hoteles, de restaurantes y su productora en Tribeca.
La historia entre ellos terminó muy mal...
De Niro, en la pelea con su ex.
