No es un verano más en la vida de Federico Bal (28). Los fantasmas del pasado vuelven a rondar y sobrevolar. Tendrá no sólo que convivir con eso, sino que también cuidarse de lo que hace o deja de hacer. Sabe que los ojos de su novia, Laura Fernández, están sobre él, midiendo cada paso que da. El verano pasado, cuando entre ellos no había más que amor, felicidad y dulzura, se desató una guerra sin cuartel entre Fede y Laura. Luego de las sospechas de infidelidad, el actor le terminó confesando que estuvo con la vedette Florencia Marcasoli y todo se fue al tacho. Tiempo después recompusieron la relación y hoy son una de las parejas más estables.
Sin embargo, el verano, la temporada teatral, que él esté solo en Mar del Plata porque Fernández se quedó en Buenos Aires haciendo su programa de radio, que esté rodeado de bellas compañeras de trabajo, como la diosa de Romina Malaspina, encendieron las alarmas y la bailarina puso los puntos sobre la mesa. Sabe lo que hizo el verano pasado y no quiere que se repita la historia. “A Fede no le perdonaría otra Marcasoli. Hay que aprender en la vida, y si vuelve a suceder hay que ponerle un corte. Esto ya lo hablamos y quedó claro antes de que se vaya. De todas maneras estamos re bien y yo muy tranquila, no estoy nerviosa ni preocupada”, contó Lau. Por otro lado, ya en el terreno laboral, el muchacho está feliz en La Feliz. Junto con su madre, Carmen Barbieri y el elenco, debutaron en el Teatro Corrientes con la obra Magnífica. Un auspicioso estreno para la pieza que se presenta de martes a domingos.
Su pasado lo condena
Una pareja que se sobrepuso
