Nació en Ramos Mejía en el año 1969. Y, como buen deportista, a los 68 años se siente un pibe. Se habla, ya está claro, de Rodolfo D’Onofrio, el presidente de River Plate, quien acaba de ser reelecto en el club de Núñez para su segundo mandato como referencia máxima de la institución más ganadora de títulos en el ámbito local. Pero, como cualquier vecino, a Rodo le gusta verse bien y, casi a diario, son muchos los que se lo cruzan en los Bosques de Palermo en busca de la mejor forma física. El lugar elegido es el Rosedal, donde su rutina marca al menos tres vueltas completas al circuito de 1.612 metros junto con su personal trainer, un joven que lo acompaña en la bicicleta. Por allí, hay días que se juega un clásico picante con otro vecino de la zona: Daniel Angelici, el presidente de Boca, quien busca dejar atrás algún kilito de más, y las cargadas se hacen notar entre los dos.
Lo que viene. Por estos días, D’Onofrio está en la búsqueda de dejar muy contento a Marcelo Gallardo, el DT millonario. Separado el año pasado, el Muñeco tiene en su mente armar el mejor equipo posible de cara a 2018, cuando jugará la Copa Libertadores, ese anhelo que se escapó por poco en 2017. Los que andan por los pasillos de Núñez dicen que Rodolfo sueña con traer a Sergio Chiquito Romero a River, y el marido de Eliana Guercio estaría muy contento con dejar Manchester a poco del Mundial. ¿Se la dará? Por ahora, todo es cuestión de encontrar el ritmo…
Mantener el ritmo
Por otra vuelta
