Pocas personalidades de la farándula local deben haber transitado un año tan áspero como les tocó sortear a Yanina (48) y Diego Latorre. Sin ir más lejos, en la encuesta que realiza todos los años Paparazzi, y de la cual participaron 100 periodistas, el Puntita Gate fue señalado como el mayor escándalo de 2017. Y aunque para algunos resulte difícil celebrar en semejante contexto familiar, los Latorre siguen sorprendiendo con su fuerte unidad. Así es como decidieron emprender viaje a uno de sus destinos preferidos, Miami, Estados Unidos, para pasar no sólo las fiestas en aquellas latitudes sino darse un merecido descanso lejos del runrún mediático.
"Fue un año muy movido, pero a esta altura de mi vida me interesa más estar bien con mi familia que la mirada ajena. Por eso nos vinimos todos hasta acá, a celebrar la Navidad", dijo la panelista desde Hollywood Beach.
El matrimonio viajó junto con sus hijos, pero también los acompañaron la hermana de ella y su hijo, y la suegra de Diego. Claramente el foco estaba puesto en que fuese un momento de reconexión y distensión de toda la familia luego del duro golpe que vivieron al estallar el escándalo que involucró al comentarista deportivo con Natacha Jaitt y al que, recientemente, se le sumaron las declaraciones de un fotógrafo chileno, Andrés Rebolledo, que también aseguró haber tenido relaciones con Diego Latorre.
Pero como si 2017 no quisiera darles revancha, los Latorre arrancaron sus vacaciones de la peor manera, no sólo porque su vuelo fue cancelado, reprogramado, sino porque además sus valijas fueron abiertas y les sustrajeron gran parte de su equipaje: “Acabo de llegar a Miami, viajé en Aerolíneas Argentinas, me abrieron las valijas y me robaron. Nos dimos cuenta anoche a la madrugada, cuando llegué a Miami, que fue un viaje eterno, con demora, vuelo cancelado por el tema del paro. De 7 valijas que traíamos, 4 vinieron abiertas. Robaron zapatillas buenas de marca. Mi neceser me lo abrieron y me vaciaron todas las cremas. Fue todo como elegidito y de marca. La valija de mi sobrino vino tajeada y le falta ropa. A la de mi hermana le rompieron el candado y le robaron sus perfumes, todas sus cosas de aseo personal y un poco de ropa. La mía también la abrieron, pero no pudieron sacar nada. En la otra valija de Lola (su hija), que también tenía cosas mías, robaron zapatillas buenas de marca", relató indignada la panelista de Los ángeles de la mañana.
Pero claramente, aunque el episodio fue denunciado públicamente y Yanina no pudo evitar mostrar su molestia, prontamente dieron vuelta la página para sumirse en las playas de arena blanca y agua turquesa. Después de lo acontecido, este pequeño percance no tiene peso para siquiera empañar las vacaciones familiares.
Y aunque este duro año comience a cerrarse, Yanina no es de las que suelen hacer balances ni mostrarse nostálgicas durante las celebraciones, su propio empuje siempre la hace estar mirando hacia delante y pensando en defender y cuidar a su familia: “Siempre detesté esa costumbre de hacer balances. Jamás los hice, ni creo en ellos. A la gente le dura una semana toda esa histeria de repasar el año… Después, todo vuelve a ser como antes”, aseguró.
2017 la encontró laboralmente capaz en su momento de mayor notoriedad y carga, dado que aceptó el desafío de subirse a la pista del Bailando mientras hacía un programa diario con Angel de Brito y, a la vez, participaba en el ciclo radial de Marcelo Polino, mientras seguía siendo el bloque duro para sostener a su familia en el momento más difícil: “A nivel laboral, 2017 fue muy movido para mí como panelista de Los ángeles de la mañana, con los ensayos que tenía en Bailando por un sueño y la participación los sábados al mediodía en radio Mitre con Polino auténtico. Ahora estoy un poco más calmada. Por suerte, los dos seguimos teniendo trabajo. En lo personal, con Diego proyectamos seguir adelante con nuestra familia, educando y criando a nuestros hijos, para que estén bien y sean buenas personas”, señaló.
Y esa proyección familiar demostró tener bases sólidas en las que sostenerse porque a pesar del escándalo, de la exposición y hasta de cierto ensañamiento con Yanina, un personaje poco querido, ella demostró que pone su proyecto familiar por delante y es capaz de perdonar y volver a confiar en su marido: “Luego de lo que pasó pude volver a confiar, porque él es mi compañero, mi amigo y un gran padre. A mi edad nada me asusta. Nunca creí en la fidelidad: es una utopía. Siempre dije que un polvo se perdona. Mucho de lo que se dice es mentira. No me preocupa el qué dirán… El que peor la pasó fue él. Es un precio demasiado caro el que pagó por un polvo berreta. Porque en definitiva él no cometió ningún delito: sólo se calentó con una prostituta”, reflexionó Yanina sin pelos en la lengua, y cerró: “Soy un poco tradicional. Siento que hoy la gente se separa por cualquier cosa. Para mí hay que luchar por mantenernos unidos… Obvio que no es fácil. Es un trabajo estar en pareja y un cuerno no rompe una familia”.
Yanina desde Miami
Nada ha pasado
