Claudia Villafañe nunca tuvo una buena relación con las mujeres que la sucedieron como parejas de Diego Armando Maradona. Y aunque en las últimas semanas parecía haber limado algunas diferencias con Rocío Oliva, los viejos enconos y los históricos celos entre ellas reflotaron en pleno velatorio del ídolo popular más grande que dio la Argentina: Rocío, última pareja oficial del 10, no pudo entrar y le reclamó en vivo a Claudia que le permitiera despedirse con un beso. "Dale, si vos manejas la puerta" le dijo a viva voz, pero no hubo caso.
La curiosa y angustiante escena tuvo lugar en la explanada de la "Casa Rosada", donde Rocío se encontró con una desagradable sorpresa. No pudo ingresar a la "ceremonia privada" que se desarrolló desde la medianoche hasta las 6 de la mañana, horario en el que se permitió el ingreso del público general al palacio presidencial. No figuraba en la lista que se había confeccionado.
Varada a un costado de la puerta de Balcarce 50, donde un crespón gigante evidenciaba el luto en el que está envuelto el pueblo argentino desde el mediodía de ayer, Rocío se lamentó de lo sucedido y mandó "mil mensajes" para revertir la situación. "Está entrando todo el mundo menos yo. Quiero verlo" suplicó entre sollozos ante las cámaras y los micrófonos de Crónica TV.
Con las lágrimas enjuagando sus ojos rojizos, Rocío se quejó una y otra vez de que no podía pasar a ver a Diego. "Estoy con mi mamá y dos amigas de mi mamá. Quiero que me dejen pasar, darle un beso, decirle algo y me vuelvo a mi casa. No quiero otra cosa" contó, además de decir que en la última semana "no había hablado con Diego".
Pero en un momento le atendieron el teléfono. "Dejame entrar, por favor, si vos manejás la puerta" dijo Rocío. Era Claudia. Lo confirmó ella misma después de cortar. "Me dijo que ella no maneja la puerta, cuando todos sabemos que no es así". Después cerró la puerta de su vehículo, resignada. La guerra entre las ex de Diego no encontró tregua ni en el mismísimo día de su muerte.
