Lo dijimos una y mil veces: el escándalo del Wandagate, que arrancó en octubre del año pasado, tuvo un sinfín de efectos colaterales. Pocas veces unos cuernos, aunque hayan sido, supuestamente, sólo “virtuales”, provocaron tanto daño.
A saber: dos parejas en crisis, la de Wanda e Icardi, y la de Zaira y su marido, Jakov Von Plessen (el cómplice en esta historia); una mujer castigada, la China Suárez, a la que muchos salieron a atacar con saña como si fuera la enemiga pública número uno de la moral.
Además, dejó un tendal de amistades rotas: la que Eugenia Suárez tenía con Paula Chaves, Zaira y Mery del Cerro, a quien no saludó para su último cumpleaños. Sobre Paula y la China se dijo de todo: que la conductora le había dicho que la actriz era “una soreta”, y mucho más.
Siempre esquiva a responder sobre este tema, Chaves fue interceptada por el móvil de LAM y, al fin, re refirió a todo lo que sucedió a partir de que salieron a la luz los mensajes hot de la ex ATAV con el jugador del PSG.
Tras decir que no está enojada ni tampoco peleada con Suárez, la conductora comodín de Telefe dejó en claro que la relación se enfrió, y no sólo por lo que pasó con Icardi, el marido de la hermana de su mejor amiga.
“Simplemente pasaron cosas íntimas más allá de esto que, bueno, no están buenas, pero a mí me duele y apena la situación…. ”, le dijo al cronista, y luego explicó las razones por las que nunca antes había querido hablar de este asunto tan delicado.
"No me gusta verme en los titulares de las noticias por cosas que encima no son mías. No tengo nada que ver. La verdad que a mi me causa mucha tristeza todo", señaló, y agregó: "No estoy enojada ni mucho menos. No me pelee con nadie”.
"A mí me hace muy mal estar envuelta en escándalos. Me angustia. Trabajé muchos años haciendo Este es el Show donde tocábamos temas y el que trabajó conmigo te puede decir que a mí me incomoda hablar del otro, tener que opinar de la vida del otro. No me siento cómoda", siguió.
Finalmente, la ex Súper M dejó un titular, desmintiendo una versión que circuló fuerte en su momento. “Cerramos con esto: yo nunca le dije sorete a nadie”, se despidió, tajante y clara.
