Un día pateó el tablero y tiró las piezas por el aire. Alejandro Fantino sorprendió a todos con esa tajante decisión de renunciar a la televisión. Un alejamiento que continúa en el inconsciente colectivo y que todavía genera intriga sobre los motivos para tamaña determinación.
El conductor se armó su medio digital, con un streaming en el que despunta el vicio con otro formato, sin la presiones del minuto a minuto y sin la necesidad de abordar los temas calientes de cada día, más en consonancia con su placer por la charla y las entrevistas.
Ahora, Alejandro acaba de quebrar el cristal del misterio y finalmente explicó los factores que tallaron en su mente para abandonar la pantalla chica. En una entrevista en el ciclo radial de Romina Manguel contó su verdad e iluminó esa incógnita.
En primera instancia confirmó que le llovieron ofertas y explicó: “Me han llamado para hacer cosas en la tele que no van con lo que tengo ganas de hacer. Ojala fuera la tele y volviera a la tele, pero y dónde está la oferta y cçomo hacen para darme algo que no está”.
FANTINO CONTÓ QUÉ ODIA DE LA TV
Y acto seguido, Alejandro iluminó a su gran enemigo, a ese ente que lo saca de quicio y que se convirtió en el eslabón decisivo para bajarse del barco de la pantalla chica. “Hace mal Ibope, deja a la gente sin trabajo, que además no es real. La echan a ella porque Ibope dice que mediste menos que la competencia, es injusto. Si vamos a medir, midamos bien, por eso no estoy en la televisión abierta”, exteriorizó.
“Dejen de perseguir la zanahoria que Ibope te pone, porque engañan. Tomate la pastilla para darte cuenta para despertar de la matrix mentirosa de la televisión abierta en sus mediciones. Cuando despiertes vas a vivir más feliz”, le aconsejó a Romina.
