Alejandro Gardinetti: “Jamás me haría una cirugía estética, si mi cara de feo no tiene arreglo” – Revista Paparazzi

Alejandro Gardinetti: “Jamás me haría una cirugía estética, si mi cara de feo no tiene arreglo”

Hace reír. En esta época, tan difícil como necesario. ¿Quién es este hombre que nos arranca sonrisas desde Morfi, en Telefé? Sus 50 reflexiones permitirán resolver el interrogante.
TEVE
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1. ¿Cómo se presentaría ante quien no lo conoce?
–Soy un humorista del chiste corto, que intenta hacer reír con respeto y de la mejor manera posible. Y, fundamentalmente, diría que soy una buena persona, y muy honesta.

2. ¿Para qué utilizaría la máxima “poco, pero bueno”?
–Para cuando ayudo a un amigo por algún tema. Por un amigo hago todo lo que puedo. Tal vez resulte que no alcance, pero lo doy todo, poco o mucho, pero seguramente bueno.

3. ¿Cómo le resulta vivir en Argentina?
–Difícil, porque hay mucha convulsión social. Por eso yo no hago humor político, porque con un chiste se pueden herir susceptibilidades.

4. ¿Se haría cirugías estéticas?
–No, porque esta cara que tengo no tiene arreglo. Soy tan feo que llegué virgen al divorcio.

5. Usted, que es el rey del chiste corto, cuéntenos tres que puedan entrar en pocas líneas para esta nota.
–1) “Hijo, decime una mentira - “Papá”. 2) “Farmacéutico, ¿tiene alguna pastilla para mejorar la autoestima? - “Sí” - “Bueno, déjelas, no me las merezco”. 3) “Nene, si no pasás este examen en la escuela, no sos más mi hijo” - Al día siguiente, el papá pregunta: “¿Cómo te fue? ”- “A usted no lo conozco…”.

6. Anímicamente, ¿cómo se definiría?
–Soy una persona optimista, de esas que siempre ven el vaso medio lleno. Cuando tengo un problema, trato de no amargarme y sí de resolverlo. Soy de los que piensan que por más grave que sea el problema, siempre se sale.

7. ¿Qué tipo de determinaciones son las que más le cuestan tomar?
–Me cuesta bastante decirle a un amigo qué es lo que no me gusta de él. Pero todo depende de la gravedad del caso: si es algo insignificante lo dejo pasar, pero si es algo importante, le digo qué es lo que no me gustó de la situación. Con otra persona seguiría enojado y no le diría nada, pero a un amigo siempre hay que decirle la verdad.

8. ¿Es más fácil ser hombre que mujer?
–Creo que está difícil vivir para los dos géneros, con conflictos de pareja que quizás antes no los había. Pero me conformo con ser hombre, no me resulta difícil, estoy acostumbrado.

9. ¿A qué ídolo argentino le devolvería la vida?
–Al doctor René Favaloro, de La Plata como yo, e hincha de Gimnasia como yo. Lo haría porque fue un hombre íntegro y salvó tantas vidas que si tuviera un poder mágico le devolvería la suya para que siga haciendo el bien.

10. Cuando se mira al espejo, ¿qué ve?
–Veo un tipo feo pero simpático.

11. Yo no puedo vivir sin…
–…ver a mis hijos, y tampoco sin ver a mi familia.

12. ¿Cuál es la palabra que más le gusta escuchar?
–La palabra “perdón”. Una palabra que no se escucha mucho. Equivocarse no está mal, pero por lo menos después se debe de pedir disculpas. Cuando me equivoco yo siempre pido disculpas, porque es lo que corresponde.

13. Cuántas veces le dijeron: “A vos te veo cara conocida”?
–Casi siempre. Me reconocen como cómico, pero a veces se equivocan de programa de televisión en el que trabajo. Por ejemplo, me dicen: “Yo te veía en Mar de fondo”, y jamás estuve en Mar de fondo. O dicen haberme visto en Cocineros argentinos, en la Televisión Pública, y yo estoy en Morfi, por Telefe.

14. ¿Cuáles son las mínimas condiciones que se necesitan para su trabajo de humorista?
–Hay que tener talento, tener convicción, mucho ensayo y mucha intuición para saber cuál chiste puede andar y cuál no. Además, hay que tener mucha memoria y respeto por el público.

15. ¿Cuál era el cómico que más lo hacía reír cuando era pequeño?
–Eran dos: Carlitos Balá y Pepe Biondi. Geniales artistas que divirtieron a varias generaciones.

16. Relátenos un primer recuerdo de su infancia
–Tendría unos cinco años y estaba desvelado porque era un 6 de enero y me puse a esperar a los Reyes Magos. Puse pastito y una latita con agua para los camellos y me senté frente a la chimenea de mi casa. Aunque Papá Noel era el que pasaba por la chimenea, igual me quedé ahí hasta que mi mamá me mandó a dormir. A la mañana, no podía creer que me habían dejado los regalitos y yo me había perdido verlos.

17. ¿En qué actividad doméstica se considera un inútil?
–En hacer arreglos de electricidad en mi casa. En eso soy un desastre. Si quiero cambiar una lámpara, no toco nada y llamo al electricista (risas).

18. ¿Cuántas horas duerme por día?
–Con seis horas de sueño estoy bien. Salvo cuando tengo un show por la noche, por ahí me duermo una siesta de una horita para estar bien descansado.

19. Si tuviera que cambiar de profesión, ¿cuál de estas tres elegiría, y por qué?: a) personal trainer b) árbitro de fútbol c) paseador de perros.
–Les tengo miedo a los perros, pero sin dudas elegiría la de paseador de perros, porque es una actividad que me permitiría tener libertad para pensar y desarrollar la cabeza.

20. ¿Es verdad el axioma que indica que los cómicos, en la vida real, son tristes, serios y melancólicos?
–Creo que están mezclados. Hay cómicos que siempre están serios, y otros que no. El inolvidable Mario Sánchez, fuera del aire, era muy jodón. Pero son mitos que se crean. Lo que pasa es que se debe separar cuando uno está en el escenario o la tele. Ahí se debe estar concentrado para divertir a la gente por más que le duela la muela o se sienta mal. Y ni se piensa en los problemas particulares. Pero el resto del día, ese cómico está pensando en lo que tiene que pagar y en los compromisos que asume. Y ahí la gente pretende verlo riéndose todo el tiempo o contando chistes en la cola del banco. Esa no es la realidad.

21. ¿Cómo evalúa los chistes que piensa agregar a su rutina como cómico?
–Descubro un chiste y al otro día voy a la carnicería y, sin decir que lo estoy probando, se lo cuento al carnicero. Después voy al quiosquero o a lo de un amigo y hago lo mismo. Si veo que se ríen, lo agrego. Claro que la respuesta final me la da el público. Si noto que no se ríen como yo creía, no lo cuento más.

22. ¿Lo intimida el proctólogo?
–¿Lo dicen por el tema del dedo?; y sí, un poco. Pero mi proctólogo me sorprendió porque me metió dos. Cuando le pregunté por qué, me respondió: “¿Sabe lo que pasa, Gardinetti?, yo siempre quiero tener dos opiniones…” (risas).

23. Para tomar un café y charlar solo con una de estas tres personalidades, ¿a cual preferiría?: Enrique Pinti, Antonio Gasalla, Luis Landriscina.
–Admiro a los tres, son muy grosos, pero me gustaría charlar con Landriscina, porque me enseñaría a manejar las pausas de una manera que yo no manejo.

24. ¿Qué deportes practicaba habitualmente?
–Practiqué atletismo. Primero corría los ochocientos metros, pero terminé haciendo medio maratón. Representaba primero a Gimnasia y después a Estudiantes de La Plata. Una vez me gané una copa: corría delante del dueño de la copa y un policía (risas).

25. ¿A los seres humanos el wifi nos aleja o nos acerca?
–Es verdad lo que se dice; el wifi nos acerca a los que están lejos y nos aleja de los que están cerca. Es común ver en un restaurante a cuatro personas que no se hablan entre sí pero están todo el tiempo whatsapeando con el teléfono.

26. ¿Qué sueño aún no logró concretar?
–No quiero volverme filósofo, pero sueño con ver un mundo más feliz. Pero lo veo muy lejos.

27. En este mundo tan materialista, ¿la plata lo es todo?
–De ninguna manera: la salud lo es todo. Uno puede tener mucho dinero pero si no tiene buena salud no puede disfrutar de nada.

28. Los amigos que no estuvieron en las malas, ¿le molesta que vengan a joderlo en las buenas?
–No soy tan drástico en eso porque de mis malas, como soy muy introvertido, capaz que ni se enteraron. Sé que si en las malas hubiera levantado un teléfono para contarlas, seguro que muchos de mis amigos habrían estado a mi lado para ayudarme.

29. ¿En qué temas considera que no tienen cabida los chistes?
–En varios: en la guerra de Malvinas, en meterse con las enfermedades graves…

30. ¿Con cuántas copas de champán se emborracha?
–¡Sólo con media copa! Es que tengo cero cultura alcohólica. Con sólo muy poquito de champán me agarra sueño o me mareo.

31. Si fuera invisible por un día, ¿qué haría?
–Me metería en una reunión de mujeres para escuchar qué opinan de los hombres.

32. Antes de aceptar un show privado ¿qué evalúa?
–Varias cosas, por ejemplo que el lugar sea acorde con la cantidad de público: si es un evento que se va a realizar es un espacio enorme para cien personas, juega en contra porque están todas las mesas muy separadas y eso enfría mucho el espectáculo. Prefiero algo más íntimo, con mucha gente pero más junta. Y también evalúo especialmente que mi show comience antes o después de comer. Nunca contar chistes en medio de la comida, porque la gente está en otra cosa. Yo prefiero aparecer después del café.

33. ¿Dios estuvo presente cuando lo necesitó?
–Sí, siempre, tanto en lo laboral como en lo familiar. Siento que me cuida las espaldas, que está muy cerca de mí.

34. Aunque se trate de cuestiones menores o pequeñas, ¿cuáles son sus máximos placeres cotidianos?
–Disfrutar de una buena comida, de una charla con amigos y de poder visitar a mi familia.

35. ¿Qué cosas tiene en cuenta, o exige, cuando va por primera vez a un restaurante?
–La limpieza, la atención del mozo y el precio de las comidas. Una vez fui a un restaurante muy caro y sólo comí una milanesa con papas fritas, y tomé una gaseosa. Me cobraron 258 dólares. Lo llamé al dueño y le pregunté si no había descuento para colegas. Me preguntó: “¿Usted también es gastronómico?”. Le respondí que no, que yo era chorro (risas).

36. ¿Tuvo alguna experiencia extraterrestre?
–Sí, una vez me encontré un ovni en el campo y charlé con un marciano. Vi que tenía dos cuernitos. Le pregunté por qué los cuernitos. Me dijo: “Con el cuerno de la derecha me entero de lo que pasa en mi casa, y con el cuerno de la izquierda me entero de lo que pasa en mi nave”. Yo le comenté que me extrañaba, porque aquí en la tierra el que tiene esos cuernos es el último en enterarse de todo (risas).

37. ¿Siente que se terminó, para todas las mujeres, la etapa de los piropos de los hombres?
–Y sí, está complicado por el tema del acoso y por el tema del robo, porque hoy es difícil acercarse a una chica para decirle un piropo. Esa chica hoy no sabe si la vas a tocar, si la vas a robar o a decirle una barbaridad.

38. Sin tener en cuenta a Messi y a Maradona, ¿a qué futbolista, o ex futbolista argentino, admira más?
–Al Cholo Simeone. No tuvo el talento que tuvieron los otros dos, que son genios, pero la entrega del Cholo me provocó siempre una profunda admiración.

39. ¿Cuál es su mayor diversión?
–Me gusta mucho mirar fútbol por televisión; veo todos los partidos, de todas las categorías, de aquí y del exterior.

40. ¿Alguna vez se hizo tirar las cartas?
–No, porque no creo en nada de eso.

41. Cuando va al shopping, ¿qué es lo primero que compra?
–Sacos, me gusta comprar sacos sport. Los compro de todos los colores, porque los uso mucho para los shows. Y también me gusta comprar corbatas.

42. ¿Qué cosas le preocupan más del país?
–La inseguridad y la corrupción. Temas muy difíciles de solucionar.

43. ¿Cómo se lleva con la computación?
–Soy un desastre, malísimo. Todo lo que comunico por las redes sociales lo hace mi hijo Lautaro.

44. ¿Usted es lo que quiso ser?
–Cuando terminé la escuela secundaria empecé a estudiar abogacía y vendía perfumes. Pero después fui descubriendo esto del humorismo y puse todas mis energías en esto. Y acá estoy.

45. Cuando le aconsejan que no lo haga, ¿igualmente lo intenta?
–Todo depende de quién venga el consejo. Si voy a emprender un espectáculo en un teatro, y Carlos Rottemberg me dice que mejor no lo haga, no lo hago. Pero si me lo dice un amigo mío que es odontólogo, no le hago caso y le doy para adelante.

46. ¿Qué debe tener una persona para que a usted le caiga bien?
–No soporto a las personas arrogantes, mentirosas, que no sean trabajadoras y que no amen al prójimo.

47. Para sus decisiones, ¿domina más su corazón o la razón?
–Por lo general, mitad y mitad. Pero muchas veces prima la razón, porque en definitiva el que piensa es el cerebro.

48. ¿Es bueno o no tomarse la vida demasiado en serio?
–Creo que si uno se la toma demasiado en serio se hace mucha mala sangre. Pero si uno se toma la vida muy en broma, tampoco es bueno. Lo mejor es buscar un equilibrio y hacerse mala sangre por lo que realmente vale la pena. Ahí está el secreto.

49. ¿De qué se arrepiente?
–Tal vez de no haber confiado más en mí. Si lo hubiera hecho antes, quizás hoy estaría uno o dos escalones más arriba de lo que estoy en mi profesión.

50. Un pequeño secreto para ser feliz.
–No ser envidioso, ser bueno con los demás y tratar de reírse lo más que se pueda.

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