Wanda Nara es un personaje público complejo, lleno de particularidades, que se convirtió en el producto que ideó, para ser constantemente un tema de conversación del ámbito público. Entre su configuración se destaca Ana Rosenfeld, la abogada que la defiende en tribunales y en los medios.
La letrada construyó un vínculo que excede la sinergia con un cliente, al punto que ambas se manifiestan el cariño profundo que las une. Una rareza en el ámbito de los defensores legales, pero que sucedió en el caso de Ana y Wanda.
Rosenfeld se erigió en un sostén vital para la influencer en aquellas épocas de batalla por el divorcio con Maxi López, que incluyó años y años de reclamos, de visitas a los tribunales para una justa división de bienes y sobre todo para las cuotas alimentarias.
Tras tanto tiempo de compartir decenas de situaciones, la abogada y la esposa de Mauro Icardi solidificaron su lazo, que traspasó lo personal, por eso han planificado vacaciones en conjunto con las familias de ambas. En resumen, Ana ya no es simplemente la abogada de la influencer.
En cuanto al origen, al punto cero de esta amistad, Ana soltó los argumentos: “Soy muy amiga de Wanda, también mis hijas Pamela y Stephanie lo son". Luego se animó a relatar ese nacimiento del vínculo: "Se fue dando porque fuimos compartiendo muchos viajes”.
En la continuidad de esa narración de las experiencias compartidas con Wanda, lanzó: “Marcelo (Frydlewsli, su marido) y Mauro (Icardi) se hicieron muy amigos y compartimos viajes. Nos encontramos en Ibiza, en Milán, en Estados Unidos y por supuesto en Argentina. Fundamentalmente viajando".
También se animó a abrir su corazón en cuanto a qué beneficios y contraindicaciones brotan en su cotidianidad por ser amiga de Wanda, un personaje de altísima exposición pública, y sostuvo: "Ninguna contra. Todos pro".
En ese diálogo con la revista Para Ti, Ana también detalló las particularidades del trabajo que implica todo lo que rodea a Nara: “Los primeros años de juicios fueron largos defendiendo sus intereses y los de sus chiquitos. Y en los últimos años me tiene haciendo contratos a cualquier hora, ¡leo contratos a cualquier hora porque me lo manda a la madrugada!".
