Unos meses atrás lamentablemente se comunicó la muerte de Selva Alemán. Arturo Puig quedó destruido ante tal noticia. Tras un tiempo de lo ocurrido, el actor habló con LAM y reveló cómo sobrelleva la muerte de su esposa. Además, la recordó con mucho cariño y amor.
La pareja de artista llevaba muchísimos años juntos, por lo que la pérdida de uno de ellos provocó un simbronazo. Muchas personas quedaron realmente triste cuando se enteraron del fallecimiento de ella, pero más que nada se compadecieron por cómo se encontraba él sin su compañera de vida.
Hay que tener en cuenta que no solamente estaban involucrados románticamente, sino que hacían todo juntos. De hecho, hasta antes de la muerte de Selva, Arturo confesó que tenían proyectos laborales para la temporada de verano. Pero obviamente no pudieron llegar a concretarlo.
"Estoy bien, aunque es muy difícil. Todavía no me puedo hacer la idea que no voy a verla más. Hay días que estoy bien, otros que no. Es muy difícil porque con Selva teníamos una convivencia muy buena. Estábamos pasando un momento muy bueno con el teatro y todo. Es difícil. Estamos tratando de seguir. Tuvimos una vida muy linda, la verdad que sí", remarcó el actor.
ARTURO PUIG REVELÓ QUE HARÁ TRAS LA MUERTE DE SELVA ALEMÁN
"Ahora estoy tratando de vender la casa para irme a un departamento más acotado. Estoy tratando de tirar papeles y esas cosas. La verdad que veo fotos de viajes y cosa que hemos hecho juntos, ahí me doy cuenta que hemos tenido una vida muy buena", sostuvo Arturo Puig.
"Antes de su muerte Selva estaba bárbara. Estábamos planificando la temporada en Mar del Plata, nos habían ofrecido el Colón. Me siento raro. De golpe estoy mirando televisión y me doy vuelta para hacer un comentario y ella no está. Es duro", sentenció.
En cuanto a quiénes los van a visitar para que no esté solo, el reconocido artista argentino remarcó: "Estoy con mi hijo, viene mi hija todos los días, los nietos. Estoy acompañado en ese sentido. A lo largo del día hay muchos momentos de soledad, por eso es difícil".
