¿Hay algo más indignante, en estos tiempos en los que todo (o casi todo) pasa por el celular, que descubrir que las personas con las que se tiene trato diario mantienen conversaciones y se divierten a espaldas nuestras? Pues eso es lo que le pasó al pobre Darío Barassi, al aire, en 100 argentinos dicen.
Es que tras hacerle una inocente pregunta a una participante, Barassi se enteró de que sus compañeros del ciclo de juegos de El Trece tienen un súper activo grupito de WhatsApp del que él, claro, no forma parte.
“¿Yo tengo grupo del trabajo? Ah, no, no tengo. ¿Hay un grupo acá? ¿Por qué no me pusieron?”, reclamó el humorista a la producción, mientras todos reían fuera de cámara. “No entiendo, ¿por qué no estoy en el grupo de WhatsApp de 100 argentinos?”, siguió Darío, desconcertado.
“Como vos no trabajás, no te pusieron”, le dijeron sus productores, mientras el conductor se acercó a una de las chicas del equipo para ver con sus propios ojos ese famoso grupete del que quedó desplazado.
“¡Mostrame tu WhatsApp! Dale, ya”, le pidió Barassi. “Quiero saber quiénes son todos los que están. A ver. Se llama ‘100 AD. Ah, mirá, se mandan bebitos, gif´s, stickers…”, siguió, antes de indignarse todavía más al desayunarse que en el chat estaba incluida hasta la vestuarista, muy popular entre sus compañeros por su excelente stock de stickers.
“¿Gisela manda los mejores stickers? Decile que se ponga a trabajar a esa, me queda chico el saco y ella mandando stickers”, se quejó, antes de pedirle a su productora que lo sume. “Agregame y me salgo Luli, en serio te lo digo”, terminó.
¡La venganza será terrible!
