El nacimiento de un hijo, uno de los momentos más felices que puede atravesar cualquier familia, se llenó de tensión y angustia en el caso de Barby Franco y Fernando Burlando, que el último fin de semana atravesaron instantes de zozobra y tensión mientras ella alumbraba a Sarah. "El casi se muere" confesó, aun dolorida por los efectos de la cesárea, la flamante mamá.
La curiosidad, una vez más, fue que la "atención de urgencia" la necesitó el hombre cuando la parturienta y la que se estaba "aguantando" los dolores, las contracciones y los malestares era ella. Incluso, como se trató de una cesárea, afrontó una anestesia y una cirugía sin chistar, mientras él estaba que se desmayaba y perdía la estabilidad.
Pero bueno, la cosa fue así: Burlando, el mismo hombre que es capaz de afrontar con el pecho erguido las causas penales más controvertidas del país, "acompañó" la llegada de su hija menor asistido por un cardiólogo al que requirió por impresionarse ante algunas cuestiones de salud que estaban afectando a Barby al mismo momento que encaraba la llegada de Saritah.
En el comienzo de un móvil que le dieron a Socios del espectáculo, Burlando confesó que "tengo que decirlo, pero fueron días muy agitados. Fueron las horas más tensas y estresantes de mi vida. Así nomás lo digo. No séqué me pasó pero estuve muy nervioso y muy mal".
Después apareció ella en escena -llevó a la beba en brazos y allí recibió la felicitación de su archienemiga Mariana Brey- y contó más detalles de lo que sucedió. "Lo que pasó fue que a mi me dio una hipertensión antes de la cesárea y además tenía tres mielomas, uno de 8 centímetros que estaba muy cerquita de la cara de mi hija, y él no lo aguantó. Por eso tuvimos que llamar a un cardiólogo, no para mi ni para la nena, por suerte, sino para él", recordó.
Sin dudas, Barby aseguró que "casi se me muere, fue muy fuerte. No la pasé muy bien", aunque enseguida destacó que cualquier padecimiento "se terminó cuando escuché llorar a la beba, ahí fue como que entré en otra dimensión. Después cuando volví a casa sentí como una depresión, pero ese momento fue único y sin dudas inolvidable".
