No hay caso: 2022 parece empecinado en generar sorpresas y conmociones hasta su mismísimo final. No para nunca. Después de todo lo que pasó en las últimas semanas, ahora se conoció una novedad televisiva que nadie hubiera imaginado: Carlos Maslatón, el "influencer del mundial", será panelista del regreso de Duro De Domar, que se concretará el año que viene con la conducción de Pablo Duggan.
Pero primero: ¿Quién es Maslatón? A esta altura ya es difícil explicarlo por "todas las personalidades" que ha mostrado en este tiempo. Originalmente fue uno de los "jóvenes" que encabezó el ala universitaria de la por entonces UCEDE (Unión del Centro Democrático) que encabezó la familia Alsogaray. Esos, podría decirse, fueron sus comienzos en el ámbito del "reconocimiento público".
Pero después se fue alejando de esas lides y, cuentan, en ese "anonimato" se hizo "multimillonario" al ganar un juicio laboral que sentó jurisprudencia. Su habilidad para manejar ese dinero le permitió multiplicar varias veces su fortuna. Ese es otro de los mitos que giran alrededor de su figura de 64 años.
Aventurero, bon vivant, gentleman, turista apasionado por los destinos más exóticos, algunos hasta se animaron a comprarlo con Ricardo Fort por su condición de hombre de extraordinaria posición económica y por sus excentricidades, pero con menos apego por aparecer en los medios de comunicación. Al menos hasta ahora, porque en un momento volvió con todo.
Las criptomonedas -de la que se volvió un fanático y una especie de buen consejero-, las redes sociales -sus tuits se replicaron por mil- y su cercanía con "el primer" Javier Milei -luego se fue corriendo por disidencias con otros seguidores cercanos al diputado "LIbertario"- lo ubicaron otra vez en el centro de la escena, pero ahora con un discurso mucho más simpático y entrador que el de otras épocas. De golpe, "Masla" se volvió un personaje carismático y con miles de seguidores jóvenes.
De repente, su frase "Proceda" y su foto junto a cientos de personalidades de todo tipo con el brazo extendido se viralizaron varias veces. Llegó el campeonato mundial de fútbol y él se propuso "batir el récord" de asistencia a partidos de un campeonato ecuménico. En Qatar fue a ver 42, y ahora el libro Guinness de los récords estudia su presencia en esos estadios para validar su marca. Ese "campeonato" fue tan celebrado como el penal de Montiel que le dio la tercera estrella a la Argentina. Bueno, no tanto... pero se celebró. Ahora va a la tele. "Querían que fuera todos los días, pero en principio voy a ir dos veces por semana. Después iré viendo", confesó él.
