La causa iniciada por Thelma Fardin contra Juan Darthés tomó poder a principios de diciembre del año pasado cuando la joven actriz realizó la denuncia correspondiente en Nicaragua, lugar donde sucedió el episodio de violencia sexual que relató Thelma en los medios de comunicación.
El medio Infobae logró tener acceso al escrito de la fiscal Sandra Dinarte Cárcamo en donde se lo acusa a Darthes de violación y en la misma, se pide la detención del actor. Además, en el informe se detalla que cuatro peritos forenses, dos argentinos y dos nicaragüenses, declararán en un posible juicio que el testimonio de Fardin es “creíble”.
Sumando declaraciones, la forense nicaragüense Heydi Trujillo reveló que en su análisis la denunciante no padece de discapacidad física ni psíquica y que “Thelma brinda un testimonio compatible con violencia sexual”.
Por el lado de la psicóloga María Raquel Aráuz, la doctora explicó que la actriz padece de un “trauma psíquico” y que revive mentalmente el episodio teniendo pesadillas y pensamientos aterradores. “Fardin presenta un cuadro sintomático de miedo, amenaza interna, tristeza, vivencia de vacío y ansiedad” reveló la psicóloga.
En el escrito, también, está involucrada la palabra del psiquiatra argentino Enrique Stola, quien afirma que Thelma Fardin tiene “un estado negativo persistente” y que además de tener problemas para conciliar el sueño, se esfuerza constantemente en evitar recuerdos sobre lo sucedido con su compañero de elenco, Juan Darthes, en mayo del 2009 cuando estaban alojados en el hotel Holiday Inn de Managua, por una gira por Nicaragua con la exitosa serie Patito Feo.
La jurista nicaragüense Elia Palacios, experta en temas de género, explicó por otra parte que en estas situaciones en donde no se presentan evidencias de uso de fuerza, embarazos, enfermedades de transmisión sexual o lesiones físicas; es fundamental el testimonio y las pericias psicológicas de la víctima.
“Los niños, niñas y adolescentes no siempre revelan por vergüenza o miedo cuando son abusados. Sus agresores casi siempre son de confianza, que se valen de esa relación para manipular y atemorizar a su víctima. Siempre cuestionamos que por qué no habló en su momento, pero no es fácil estar en esa situación” comenzó Palacios.
Y además, agregó: “Muchas víctimas no suelen hablar hasta que son adultas, y pueden decir todo lo que vivieron. Por eso es importante esa valoración (psiquiatra y psicológica). En estos casos no hay testigos porque los agresores abusan donde nadie los ve. Son hijos sanos del patriarcado, sabe lo que hacen y dónde actuar, se ganan la confianza, y luego violentan esa relación”.
