La China Suárez posee muchas cualidades, desde su belleza cautivante, su talento actoral y sus rasgos de personalidad fuerte. No disimula si no está a gusto o se percibe hostigada, y se expresa con determinación y si hace falta con lenguaje corporal de pocos amigos. Se ve que esa esencia la acompaña desde muy temprana edad.
La actriz volvió a compartir mucho contenido en sus redes sociales de las diferentes actividades de su aislamiento social obligatorio, que transita junto a su pareja Benja Vicuña y sus hijas. Así como exhibió un cambio de look en su cabellera, con una osada aplicación de tintura, que como siempre le quedó divina.
Hace unas horas, María Eugenia desempolvó en el arpón de vestigios de su niñez, y en ese proceso de revisión halló una gema. Una joya que documenta vivencias de un retoño, de ese periodo de inocencia y pureza.
La China encontró una carta de amor, pero no de la adolescencia, cuando brotan los enamoramientos en todo su esplendor, sino de unos años previos. La escritura y la longitud de la misiva permiten denotar que era de los primeros años de vida.
La cuestión es que la modelo permitió conocer un poquito más de su sentir y accionar. Además, las frases también encierran un mensaje creativo. Las palabras que redactó esa pequeña María Eugenia son: “Julián, hoy me dí cuenta de que sos un tarado y también me dí cuenta de que no gustás de mí, ni yo de vos. Para mí vos no existís”.
Para que no quedaran dudas de lo que sentía, la China dibujó unos corazones y los tachó, así la codificación adoptaba más claridad y no se permitian dualidades de su decisión de finalizar el romance.
Ya en su infancia, Suárez no andaba con rodeos y decía lo que consideraba sin tapujos ni eufemismos.
