En esta nueva etapa de la vida, que se caracteriza por la soltería, por el divorcio de Mauro Icardi, Wanda Nara se siente libre para desarrollar sus actividades y darse gustos hasta como bailar en una pista grandilocuente en el canal más visto de Italia.
La influencer prosigue con su remodelación de la cotidianidad, lejos de su ex marido, con la intención de acelerar los papeles de la separación legal y con ese coqueteo, ahora digital, con L-Gante. Así se sube a un avión y viaja de un punto a otro, como ese traslado a Londres y ahora a Roma.
La blonda aceptó el desafío de El Bailando con las estrellas, una versión muy similar a la de Marcelo Tinelli, en las tierras italianas y que se emite por la RAI. A pesar que sus fortalezas se vinculan con la comunicación, y la generación de negocios como los cosméticos, algo de su performance generó buena recepción en el jurado.
El sábado fue la noche, la velada en la que Wanda saltó al estudio, de enorme dimensiones y decorado con alta tecnología, para mover las caderas al son de la bachata. Un ritmo complejo, del que resultó airosa, al menos para los encargados de puntuar.
De hecho, los cinco integrantes le destinaron un diez a la actuación de Nara, probablemente estimulados por la posibilidad de contar con una figura que genera repercusión internacional. Lo cierto es que la ex de Maxi López se retiró envuelta en aplausos.
La cuenta del programa posteó ese fragmento en Instagram, que Wanda también aprovechó para cargar en su feed. Además se tomó el tiempo de repostear una gama enorme de stories en las que sus seres queridos, y fanáticos, la halagaban. Así como un pequeño diálogo con su hija Franchesca, en el que le preguntó: “¿Cómo bailón mami? ¿Te gustó?”. A lo que la gurrumina respondió con un efusivo: “Si”.
