"Argentina, no lo entenderías" es la frase que se utiliza en Twitter para titular situaciones "locas" o "inverosímiles" que según esa teoría sólo suceden en nuestro país. Otra es "imaginate vivir en Suiza y perderte estas hermosuras". Una de esas cosas "únicas" ocurrió ayer durante un móvil callejero de Crónica TV: apareció Joaquín Levinton, "votó" y mientras estaba explicando su decisión entró en escena una señora y lo fustigó lindo, duro y parejo.
Fiel a su estilo transgresor y distinto, Crónica decidió encarar el último tramo de la campaña electoral de una manera diferente. Manda móviles a puntos clave de la ciudad y el Gran Buenos Aires y le pide a la gente que vote en vivo y en directo. En algunos casos de manera verbal, y en otros con una urna en la que hay dos boletas: una de Sergio Massa y otra de Javier Milei. El que quiere y tiene ganas, "sufraga".
En uno de esos móviles, ubicado sobre la Avenida Callao, en el coqueto barrio de la Recoleta, el que apareció y accedió a participar fue Joaquín Levinton, que pasaba justo por ahí en compañía de su novia. El músico, que multiplicó varias veces su nivel de popularidad a partir de su divertida participación en Masterchef y contando anécdotas en programas como el de Andy Kusnetzoff, se paró frente a la urna y observó las dos boletas.
Lo primero que hizo fue agarrar la de Milei. Pero en vez de introducirla en la urna la tiró a la calle. Tomó la de Massa y esa sí fue la que hizo ingresar por la ranura. Antes de que se fuera, Carlos Stroker, conductor del programa, le pidió que explicara los motivos de su decisión. "Voto al menos chiflado de los dos" tiró el cantante de Turf siempre con una sonrisa por debajo de sus labios.
JOAQUIN LEVINTON "VOTO" Y TERMINO PELEANDOSE CON UNA VECINA DE RECOLETA
En ese momento entró en escena una vecina de la zona (una de las más pudientes de la Capital Federal) que se horrorizó con el voto de Levinton al actual ministro de economía. "Pero querido, decime cómo está todo en este país. Esto es una porquería. ¡Es una porquería! Están muy mal las cosas como para votar siempre lo mismo" le dijo.
Sin perder la compostura ni la amabilidad, Levinton aceptó el diálogo con la irascible mujer. "Perfecto, señora, la entiendo, no digo que no... ¿Pero a usted le parece que eso se arregla con una motosierra?" le devolvió. La mujer no aceptó el argumento de Joaquín y le dijo que eso eran "mentiras, inventos" del periodismo. Levinton se permitió hacer algún que otro chiste y la señora siguió tan enojada como al principio. Sólo en Argentina.
