Débora Damato está renovada. Lejos de pasar por el quirófano y de apostar a tratamientos estéticos “mágicos”, la panelista de Intrusos cambió su imagen con métodos naturales.
Durante casi dos meses se mantuvo puertas adentro de su casa, al cuidado de Lola, su hijita. La madre de la periodista es adulto mayor y no se podía ocupar del cuidado de la peque, como lo hacía habitualmente, en tiempos de pandemia de Covid 19.
La comunicadora estuvo sin ir al programa de espectáculo durante ese tiempo. Y, aunque seguimos en etapa de Aislamiento Social Obligatorio, tuvo que regresar al panel a consecuencia de la baja de Marcela Tauro, después del “enfrentamiento” al aire y fuera de cámaras con Jorge Rial y la producción.
Y con su vuelta, se la vio con un nuevo look en su pelo y con su figura súper delgada.
“Lo primero que hice fue cortarme el pelo. El año pasado, cuando me fui de vacaciones, tenía el pelo muy deteriorado. Supongo que el calcio y el tema de dar el pecho influyó en el cabello y las uñas. Realmente lo tenía muy lastimado. Y, cuando me metí al agua, lo encontré más complicado todavía”.
“Me lo corté muy corto. Segundo, tengo muchas canas desde muy chica. Mi hermano es igual porque nuestros padres son canosos desde jóvenes. ¡Y decidí no tenirñe más! Amo a mi peluquero, me llevo bárbaro con él pero me resultaba muy tedioso, sobre todo por una cuestión de imagen televisiva, tener que estar una vez por semana tiñiéndome o haciéndome las raíces. De verdad, insisto, me resultaba muy muy tedioso”, se sinceró la comunicadora.
“Sin teñirme y con el pelo corto me ayudó a ir eliminando el pelo deteriorado. Ahora, ya casi la mayoría de mi pelo, es mío”, contó.
ESTILIZADAEstilizada
“Bajé mucho de peso durante el embarazo por una diabetes estacional, mi cuerpo mutuó. Mucho también tuvo que ver con el tratamiento para ser mamá. Las hormonas y esas cosas hacen estragos en el cuerpo. Nunca tuve mucho mambo con eso, ni cuando estaba más gordita, cuando estuve hinchada, o ahora que bajé”, contó sobre su nueva figura.
“Si, pregunté, fui al médico ni bien empezaron los primeros meses de vida de Lola porque no quería bajar tanto de peso. Me daba cuenta de que eso estaba sucediendo aunque comía como siempre. Me hice estudios para saber si pasaba algo y no. Era que la teta, libre para Lola, en mi organismo pegó así”.
"Nunca tuve mucho mambo con eso, ni cuando estaba más gordita, cuando estuve hinchada o ahora, que bajé"
“Como muchísimo, me alimento bien, mis valores médicos y físicos dan muy bien. En breve, Lola dejará la teta. Cuando cumpla dos años, seguramente ya la despediremos definitivamente. Y ahí volverá todo a la normalidad y ya tendrán tiempos de decir: "Qué pasó que volviste a subir de peso", se adelantó, con tono de humor.
