Griselda Siciliani sorprendió a sus seguidores al abrir las puertas de su casa para mostrar uno de los rincones más especiales de su universo íntimo: su living. No se trata de cualquier lugar, sino de su refugio favorito, el espacio donde se relaja, se inspira y conecta con lo que más ama. Y claro, lo hizo con una foto que captó la esencia del lugar: pies en alto, mate en mano y esa sonrisa suya, despreocupada y genuina.
Desde siempre, la actriz se destacó por su sensibilidad estética y su gusto particular, tanto en su forma de vestir como en la manera de vivir. Su living no es la excepción. Allí, todo parece estar en armonía: los colores, las texturas, la luz, los objetos. Cada detalle habla de ella, de su historia, sus viajes, su forma de ver el mundo. Y eso es justamente lo que más enamoró a sus seguidores, que no tardaron en llenar la publicación de comentarios y elogios.
Si hay un protagonista indiscutido en este espacio, ese es el sillón. Griselda eligió un modelo en forma de L, amplio, profundo y en un azul eléctrico que impone desde el primer vistazo. Una verdadera invitación a tirarse y no levantarse más. "Este es mi lugar de disfrute y paz", escribió ella junto a la foto, dejando en claro que ese sofá no es solo para mirar, sino para habitar, para vivirlo de verdad.
El sillón está acompañado por almohadones en tonos amarillos que aportan un contraste vibrante, y una manta suave que suma abrigo y sensación de nido. Todo pensado para reforzar una atmósfera cozy, donde el confort es tan importante como el diseño. En tiempos donde las tendencias apuntan a lo mullido, lo que abraza y contiene, Griselda parece estar perfectamente alineada con ese espíritu.
Más allá del sillón, el living de Griselda se completa con elementos que dan calidez y personalidad de la mamá de Margarita, la hija de que tuvo con Adrián Suar. Una mesa de madera de líneas simples aporta equilibrio visual, mientras que una alfombra peluda cubre el piso, invitando a andar en medias y conectar con lo sensorial. Nada de rigidez ni frialdad: todo en su espacio invita a quedarse, a respirar, a disfrutar.
Uno de los objetos más comentados por sus fans fue la lámpara colgante de fibras naturales, que suma un aire artesanal y bohemio, muy en sintonía con el estilo general del ambiente. En la pared, un cuadro colorido termina de cerrar la paleta, sin quitarle protagonismo al sofá. Todo está en su justa medida, como si cada objeto supiera cuál es su lugar.
"Me gusta que mi casa sea un reflejo de quién soy", confesó Griselda, y se nota. No hay nada dejado al azar. Cada rincón, cada textura, cada color tiene una razón de ser. Lejos de buscar una casa de revista, la actriz apostó por un hogar real, sentido, con alma. Un espacio que habla de ella, de sus momentos, sus pasiones, su manera de habitar el mundo.
Y así, con una sola foto, logró mostrar mucho más que un ambiente decorado: mostró una parte de su esencia. Porque cuando una casa se vive, se nota. Y en la de Griselda, todo vibra con su energía.
ASI QUEDO EL LIVING DE SICILIANI EN FOTOS
