Juan Pablo entró en silencio al SUM de Gran Hermano y, cuando vio a su hermano acercarse, rompió en llanto. Con la voz quebrada y sin poder contener las lágrimas, solo abrió los brazos y expresó lo que sentía en ese momento: “Qué locura”.
Rosa y Rodolfo , los padres de Devi al verlo, rompieron en llanto y él no hizo más que decir: “Los amo, lo saben”. La familia se sentó a la mesa, como si el tiempo dentro de la casa ya no importara. “¿Cómo están todos?, cuéntenme algo”, lanzó el jugador.
“Estoy orgulloso. Sos el mismo que salió de casa”, le dijo con firmeza. Juan Pablo expresó emocionado: “Volví a mi esencia”. La madre del jugador, se fijó en un detalle que solo una mamá puede detectar y le dijo: “Tenés los ojos más verdes”. Y él lanzó: “Está todo perfecto, todo bien”.
“Estamos contentos porque volviste a ser vos”, le dijo el hermano con una sonrisa de oreja a oreja. Fue entonces que Juan Pablo no dudó en confesar que no siempre la pasó bien dentro de la casa más famosa del mundo: “Toqué fondo por pelotudeces y ahora estoy bien”.
LA FUERTE CONFESIÓN DE JUAN PABLO
“Enfocate en ganar y ponele onda”, le dijo su padre. Rosa agregó: “Estoy viendo a aquel chico que cantaba y bailaba”. El tiempo pareció detenerse unos segundos. Gran Hermano les pidió sentarse, pero Juan Pablo de la emoción no escuchaba al Big.
Cuando llegó el momento de despedirse de su familia, Juan Pablo respiró hondo les confesó con una sonrisa en la cara: “La estoy pasando increíble. Estoy pasando mi mejor momento de nuevo. Pude cerrar muchas cosas y estoy perfecto”.
