Vicky Xipolitakis quedó una vez más en el centro de la polémica. En medio de su enfrentamiento legal con Javier Naselli, padre de su hijo Salvador Uriel, una nueva voz se sumó al escándalo: la madre del empresario.
En un testimonio que se viralizó en Puro Show, programa donde Fernanda Iglesias es panelista y estuvo a cargo de la información, la ex suegra de Vicky no se guardó nada y compartió su mirada sobre la conflictiva relación familiar.
“Ya colmó la copa”, lanzó, al explicar por qué decidió hablar ahora. “No quería interferir en la relación del nene con Javier, pero siempre hay algún impedimento. Ya no puedo quedarme callada”, dijo tajante.
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La ex suegra de la mediática fue categórica en sus declaraciones. Apuntó directamente a Xipolitakis como la responsable de que Salvador no tenga vínculo con su padre. “Ella siempre va a encontrar una razón para impedir la vinculación. O realmente no quiere que el niño vea al padre o lo extorsiona para que le dé más dinero”, lanzó sin filtro.
Y redobló la apuesta al asegurar que su hijo sí quiere estar presente en la vida del pequeño a pesar de recidir durante años en los Estados Unidos: “Hay tantos padres ausentes y este que quiere estar, que quiere ayudar, no lo dejan. Es una pena”.
LAS DUDAS CONTRA XIPOLITAKIS: “SALVADOR NO SABE QUÉ HACER”
La madre de Naselli también compartió un momento íntimo que vivió al intentar comunicarse con su nieto. “Me contestaron y me pusieron a Salvador en la cámara. Él se iba caminando. Yo le hablaba para invitarlo a tomar un heladito, y me miró con unos ojitos... me dijo ‘no quiero hablar’, como diciendo ‘no sé qué hacer, abuela’”, relató visiblemente conmovida.
Esa reacción del pequeño, según ella, refleja la tensión que vive el menor en medio de este conflicto. La ex suegra explicó que ya intentó llegar a un entendimiento con Vicky.
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“Muchas veces hablé con ella y le dije: ‘Vicky, si decís que sos una buena madre, te tenés que dar cuenta de que Salvador necesita al padre’. El cariño del padre y de la madre son distintos, y los dos hacen falta”, señaló.
Desde su perspectiva, Xipolitakis no tuvo voluntad de integrarse a la familia: “Ella no encaja. Si hubiera querido, podría haber sido una gran señora, pero no lo quiso. Tenía otras intenciones desde el principio, seguramente”.
Para cerrar, dejó una frase contundente: “Ya hicieron 500 revinculaciones. El chico está bien con su padre, pero no lo dejan. Es una mentira tras otra. Ojalá Salvador se críe en un ambiente sano, pero así no se puede. Escucha todo el tiempo cómo desvalorizan a su papá, y eso lo va a afectar psicológicamente”.
La guerra familiar está lejos de terminar, y este testimonio solo suma más tensión a un conflicto que parece no tener paz.
