Fue, para muchos, el primer gran jugador de Gran Hermano Argentina. Su sociedad con Eleonora González y su manera de ser desfachatada, irreverente y liberal no le permitieron ganar (fue tercero), pero sí hacerse conocido y que su nombre, Gastón Trezeguet, se volviera familiar en miles y miles de hogares que seguían aquella edición debut del juego más famoso del mundo.
19 años después, otra experiencia de encierro -a diferencia de aquella, ésta afecta a más de la mitad del mundo- le sirvió a Gastón para confesar algo que tenía guardado en su interior desde hace muchísimos años. “El origen de todos mis problemas como el alcohol y las drogas fue una impotencia sexual sicológica” se desahogó en su cuenta de Twitter en plena cuarentena por el coronavirus.
Actual productor de televisión -está considerado uno de los mejores del género- Trezeguet amplió sus consideraciones. “Todo absolutamente todo lo que me pasó en la vida fue por no enfrentar ese problema”, escribió, dispuesto a liberarse de lo que tuvo guardado dentro suyo durante estas casi dos décadas.
“Sentís que te vas a quedar toda la vida solo, sentís que sos incapaz de amar, que estás destinado a la soledad eterna, esto te hace incapaz de amar, para cubrirte del dolor de no poder” describió un Trezeguet en carne viva.
“Si lo hablo -explicó el ex jugador-es porque tengo la esperanza de que este grito de verdad me ayude de alguna forma a remediarlo. Porque evidentemente callarlo toda mi vida no sirvió de nada”.
Por último, manifestó su deseo de que “alguna vez se hable más en los medios y en todos lados sobre la impotencia sexual masculina. Se que es un taboo, pero es hora de hablar. Adicción es no hablar”.
