El miedo que se instaló por algunos segundos en la vida de Juana Repetto no tiene descripción. Aunque ella misma lo definió con la frase "casi muero de un amor", sólo la influencer sabe lo que tuvo que pasar. Porque sobre el final de sus vacaciones en familia en México, un hecho desequilibró todo.
Juana estaba instalada en el Gran Hotel Paladium, en la Rivera Maya, disfrutando de la estadía con su esposo, Sebastián Graviotto, y sus dos hijos: Toribio, de cinco años, y Belisario, el bebé del clan. Y mientras jugaban a orillas de las imponentes piscinas del cinco estrellas, su grito expresó una situación alarmante.
"No, no... Toro, Sebi...", dijo Juana, con el tono de voz elevado que quedó registrado porque, casualmente, en ese momento estaba filmando las aventuras de su hijo mayor con su esposo. La desesperación de Repetto tenía que ver con una salto que su primogénito estaba a punto de dar...y que concretó.
Toribio se tiró al agua de una pileta de mucha profundidad y eso le generó un temor especial a la hija de Reina Reech. "A pesar de que casi me muero de un infarto (Nótese que casi tiro el teléfono cuando veo lo que estaban haciendo)", compartió Juana, sobre las emociones que la atravesaron junto al videito con las imágenes del momento.
Y claro, para Repetto la "relación" de Toribio con las aguas tiene un sabor especial. Porque de chiquito el nene no quería saber nada con entrar a una pileta y es algo que pudo superar gracias a recurrentes clases de natación. Y ahí fue que el peque empezó a amigarse con la idea del nado.
"Tomamos esas clases en las que no lo obligamos a hacer nada que no quisiera o le diera inseguridad y empezó a divertirle meterse en la pile pero con la profe nomás. Ni a upa mío, ni solo, ni con bracitos ni nada", supo contar la también hija de Nicolás.
