Martín Arévalo es uno de los periodistas deportivos más populares y conocidos del país. También es uno de los más polémicos: su habitual posición "jugadorista" -defender a rajatabla a los futbolistas- lo hace protagonizar discusiones tanto con oyentes como con sus colegas. A tal punto que con uno terminó a las trompadas en la cancha de San Lorenzo, anoche, protagonizando un hecho completamente escandaloso.
Arévalo sigue a dos equipos: por un lado Boca Juniors, y por el otro el Seleccionado Nacional. Es, por ejemplo, el periodista que le puso el micrófono a Lionel Messi tras una final de Copa América perdida ante Chile para que La Pulga deje a todo el mundo en ascuas al anunciar su renuncia al equipo de todos. También fue el que le hizo la nota a Jonás Gutiérrez en la que el Galgo contó que sufría cáncer en los testículos.
Ese es el nivel profesional de Arévalo. En lo suyo, un número uno. Un indiscutido. Un tipo capaz de lograr la nota más explosiva o la más buscada, o de conseguir antes que nadie la información que todos pretenden. Al mismo tiempo, también es alguien que da opiniones fuertes y las sostiene aun cuando los conductores de los programas no estÁn de acuerdo con él. Muchas veces, esas formas de pensar lo vuelven alguien muy controversial y que genera picazón tanto "en el afuera" como "en el adentro". Entre sus colegas.
Con uno de ellos, Fernando Presti, quien pertenece al equipo que sigue la campaña de Boca con la conducción del histórico Ricardo Mollo (autor de muletillas como "me van a enfermar" cuando al cuadro Xeneize le meten un gol) sostenía un descuerdo de larga data. Había choques permanentes, pero ninguno tuvo la intensidad ni la violencia como el que se dio ayer en el "Nuevo Gasometro", donde Boca se presentó a jugar contra San Lorenzo el primer partido tras la dolorosa derrota contra el Fluninense en la final de la Copa Libertadores.
EL PERIODISTA MARTIN AREVALO SE AGARRO A TROMPADAS CON UN COLEGA EN PLENO PARTIDO
Aunque ambos son "bosteros" (bueno, de Arévalo se sospecha), Arévalo y Presti protagonizaron una suerte de Boca-River en los pasillos de la cancha. Primero hubo un cruce de palabras, luego gritos, más tarde insultos, empujones y finalmente trompadas. Si, hubo trompis y golpes de puño. Hasta que los separaron y cada uno se fue a cumplir con sus obligaciones profesionales. Se dice que uno de los dos terminó con el ojo lastimado. "Como andan muchachos. Me da vergüenza que se haya viralizado, pero bueno, es verdad. Me agarré con el bobo este. Y bueno, ya está. No se pudo hacer demasiado porque inmediatamente nos separaron, pero yo me enceguezco cuando pasa algo así. Si lo puse, no lo puse, si me puso, no me puso, yo estoy bien, pude hacer la transmisión sin problemas, con eso les digo todo. Gracias por preocuparse o por el morbo, pero aquí estoy" dijo Presti en un audio que envió a sus conocidos.
Hace unos meses, Arévalo fue noticia por un motivo mucho más agradable y feliz, ya que nació Isabella, la primera hija de su pareja con la periodista chimentera Cora Debarbieri, quien durante muchos años formó parte de Paparazzi y también desde hace mucho tiempo integra las filas de América y fue panelista de muchos de sus programas.
