El clima en el piso de Viviana en Vivo venía algo tenso y lleno de nervios, aunque lo cierto es que nadie se imaginaba que todo iba a explotar por los aires de un momento a otro. En pleno programa, Débora D’Amato y Mariano Roa protagonizaron un intercambio que rápidamente escaló del debate al griterío, con acusaciones, insultos y una incomodidad evidente que hasta dejó descolocada a la propia Viviana Canosa.
Todo comenzó cuando se debatía sobre los polémicos dichos de Pedro Rosemblat en su streaming sobre Nicolás Wiñazki, acusados de tener tintes gordofóbicos e incluso antisemitas. “Tomarse en cosa este tipo de cosas… le dijo jabón en algún momento”, sostuvo Roa sobre lo que fue el cruce entre los periodistas -enfrentados por ideologías políticas muy diferentes-.
Fue entonces cuando Débora tomó la palabra e hizo una acotación fuerte: “Pero porque le estaba diciendo sucio”. Esto terminó desatando la furia de su compañero, que no se quedó callado para nada y le respondió con un tono un tanto desafiante: “Es lo que ustedes interpretan. Ustedes interpretan lo que su ideología les permite. Es lo que vos creés”.
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Sin embargo, la periodista no se quedó callada y retrucó fuerte: “Estás diciendo pavadas”. Esto siguió caldeando el clima, por lo que Roa fue por más y quiso ponerle los puntos: “No lo vuelvas algo personal, no sobreactúes, querida. Esperá tu momento y hablá. No sos vos el programa…”.
LA FUERTE PELEA EN VIVO ENTRE DOS PANELISTAS DE VIVIANA CANOSA
Pero a partir de ahí, todo se descontroló. Visiblemente molesta, D’Amato se hartó: “Sos muy maleducado y evidentemente la inteligencia se saltó una generación flaco, es infernal. Me río de vos… Vos no sos gente”. Roa subió la apuesta: “Dejá de sobreactuar tu posición de mujer, el tema del colectivo feminista. Por gente como ustedes está Milei… Sucia estás vos. Sos una intolerante”.
El conflicto llegó a su punto máximo de explosión cuando Débora acusó de comentarios discriminatorios: “Me parece un maleducado, un intolerante. Un tipo que utiliza como insulto la palabra mogólico no me merece ningún respeto… hacés chistes desubicados, groseros, sos homofóbico, sos violento”.
Aunque Viviana intentó apaciguar el clima, el escándalo ya se había desatado y no hubo punto de retorno alguno. Lo que comenzó como un debate terminó en una escena de tensión máxima que dejó a todos sin palabras.
