Desde Gustavo Martinez falleció, hace algunos días, hubo una duda importante que quienes siguieron el caso no lograban resolver y era por qué Marisa López, la niñera de Marta y Felipe Fort no se estaba presente en el departamento del barrio de Belgrano cuando se produjo el siniestro.
La empleada de los Fort fue casi una madre para los jóvenes. No solo la conocen desde pequeños, sino que desde la muerte de su padre se volvió un sostén súper importante. Marisa López se ocupa de sus cuidados y bienestar de tal manera que suele ser incluida en viajes por el mundo, cenas y cumpleaños.
El abogado de la familia Fort, César Carroza, fue quien terminó por revelar el misterio de donde se encontraba la mujer. Él explicó que la mujer había visitado a sus padres, en Córdoba, porque Felipe y Marta habían realizado recientemente un viaje junto a sus amigos y no se encontraban en Buenos Aires.
De hecho Marisa López fue la primera en enterarse en el medio de la madrugada lo que le había sucedido a Gustavo Martínez debido a que el guardia de seguridad tenía su número de contacto directo por cualquier emergencia. La mujer llamó desesperada a Eduardo Fort, el tío de los menores, con quien forjó un gran vínculo durante los últimos 10 años.
En una entrevista con Jorge Rial por Radio 10, César Carroza explicó en detalle cómo fue el desarrollo de los hechos: “Los chicos se enteran porque Eduardo los llama y les dice: ‘Chicos no salgan del dormitorio’. Eduardo me llamó a las cuatro y media de la mañana (solo quince minutos después de que el empleado de seguridad se comunicara con el 911) y me dijo: ‘Me acaba de llamar Marisa, se suicidó Gustavo. Ella estaba volviendo de Córdoba, porque había aprovechado que los chicos se fueron de viaje unos días para visitar a los papás en Córdoba”.
