Firme y con estilo propio, ¿cuál es la receta para el amor de Carla Conte?

A todas, altas, rubias, morochas, más bajitas, pulposas, delgaditas, talentosas y no tanto les hacía lo mismo. A todas menos a una: Carla Conte, tan bonita cuando era una treintañera como ahora, que está a días de cumplir 41 años (soplará velitas el 19 de abril), ya demostraba en 2006 que tenía unos ovarios enormes al convertirse en la única mujer que le dijo que no a Marcelo Tinelli.

 

La morocha, que finalmente ganó el Bailando por un sueño de esa temporada, se negó a que el conductor le cortara la pollerita y la dejara en ropa interior como hacía con el resto de las participantes. Aquella decisión generó polémicas, controversias y logró instalar en la tele, quizás por primera vez, un tema que hoy es moneda corriente hasta en las mesas de familia: las mujeres revelándose contra el machismo, que aún en 2018 las somete. 

 

Una década y moneditas más tarde, la conductora de Confrontados, la mujer de los ovarios más grandes de la pantalla chica, la morocha que sigue tan sensual como cuando era tapa de Paparazzi, vuelve a dar otro ejemplo de compromiso y decisión: es una de las principales “activistas” de los medios a favor de la despenalización del aborto. Hasta en su cuenta de Twitter, la foto de perfil muestra su rostro con el cuello abrigado por el pañuelo verde que simboliza la pelea del colectivo de mujeres. Concurre a las marchas y no esconde su opinión. Así, también, cría a sus hijos, Mora y Facundo.

 

Con convicciones y dándoles mucho cariño. Ahora que está sola –el año pasado confirmó su ruptura con Guillermo Bruto, el padre de los chicos– aprovecha cada minuto con ellos para pasarla bien. A la nena, ahí está la foto, la llevó al Cirque du Soleil. Nunca más apropiado el lugar: para una mujer separada y con chicos, muchas veces la vida se trata de hacer equilibrio. “No me imagino nuevamente en una relación monogámica. A los 40 prefiero el touch and go y cada uno para su casa”, afirmó en la revista Gente.