La tercera edición de Párense de Manos no solo tuvo golpes y adrenalina, sino también emociones a flor de piel. Flor Vigna y Mica Viciconte protagonizaron una de las peleas más esperadas del evento organizado por Luquitas Rodríguez y el equipo de Paren la Mano.
El desenlace de las ex compañeras que se dijeron de todo y recordaron su polémico pasado dejó una imagen que rápidamente se viralizó: Flor, llorando arriba del ring, con el micrófono en la mano y un mensaje directo para quienes la critican.
Desde que se anunció el combate, el público revivió inevitablemente la nostalgia de Combate, el reality que marcó el inicio de la rivalidad entre ambas. Años después, volvieron a enfrentarse, esta vez en un ring de boxeo, con una carga simbólica imposible de ignorar.
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El combate se realizó el 20 de diciembre y fue uno de los platos fuertes de la jornada. Fueron tres rounds intensos, con cruces constantes, tensión previa y muy poco saludo entre las peleadoras. Aunque ninguna logró dominar con claridad desde lo técnico, Flor Vigna consiguió conectar los golpes más efectivos y terminó quedándose con la victoria, consagrándose bicampeona del evento.
Sin embargo, el momento más comentado no fue el fallo del jurado, sino lo que ocurrió después. Visiblemente emocionada, Flor tomó el micrófono y se quebró al hablar del hostigamiento que recibe a diario en redes sociales.
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“Esta hija de p… me dio pelea”, lanzó primero, con humor y respeto hacia su rival. Pero enseguida el tono cambió. “Muchas veces pierdo intentando. Se me burlan en internet y nadie sabe qué etiqueta tengo. Un día soy boxeadora, otro cantante, pero todo lo hago con el corazón, disciplina y garra”, expresó entre lágrimas.
La artista hizo un pedido que resonó fuerte en el estadio y también en redes: “Hoy gané, pero muchas veces pierdo. Por favor, no se burlen cuando ven que pierdo, si ven que soy una loca que sigue intentando”. Mica Viciconte, por su parte, también valoró el enfrentamiento y destacó la experiencia: “Es una experiencia única, hermosa, que recomiendo. Gastás toda la energía y lo disfruté mucho”, señaló tras bajar del ring.
El ingreso de ambas ya había marcado el clima del combate. Flor entró cantando y bailando, fiel a su estilo, mientras que Mica lo hizo acompañada por Ezequiel Matthysse y una bandera con la frase “trabajo duro y dedicación”. Durante la pelea hubo caídas que no contabilizaron, intervenciones de la réferi y un cierre cargado de tensión.
Más allá del resultado, el cruce volvió a poner sobre la mesa la presión, la exposición y el costo emocional que enfrentan las figuras públicas. Y, una vez más, Flor Vigna dejó claro que detrás del show, también hay vulnerabilidad.
