En un mundo donde los más jóvenes tienen cada vez menos intimidad y vínculo, y los "incels" se proclaman orgullosos, las declaraciones de Alberto Cormillot sorprenden, irrumpen, rompen con todo lo establecido e imaginado. Es que a sus casi 87 años, el nutricionista luce sano, jovial y, a la luz de lo que contó, muy bien dispuesto a satisfacer a su compañera, Estefanía Pasquini.
En una nota con revista GENTE, Cormillot dejó en claro que su edad no le juega en contra a la hora del sexo, sino todo lo contrario. Lejos de lo que se podría imaginar para un hombre que mucho que es octogenario, el médico dio cuenta de su muy activa vida sexual que, según dijo, se mantiene intacta.
“Mi vida sexual no cambió en todos estos años. Sigue siendo la misma, sigue activa. Esto de poner límites es una manifestación de viejismo. Mi papá murió a los 95 y tuvo vida sexual hasta que falleció”, aseguró el hombre fuerte de Cuestión de peso.
Y al momento de referirse a la frecuencia de sus encuentros íntimos con la joven Estefanía, Alberto respondió, rotundo: “Más de una vez por semana, seguro. A veces dos, tres veces. No todos los días, depende del estado de ánimo y del momento. Pero sí, mucho más de una vez por semana".
LA APASIONADA VIDA SEXUAL DE ALBERTO CORMILLOT
Alberto Cormillot manifestó que tiene cuerda para rato y que no hay edad para terminar con la vida sexual. Cuando le preguntaron sobre un posible límite para la actividad, el médico fue tajante: “Hasta que me dé el cuerpo”.
“Me imagino siendo como mi papá. No me puse límites mentales. Yo dejo que me los ponga el cuerpo”, cerró el nutricionista, que hace unos años decidió darse una nueva oportunidad en el amor al casarse con Pasquini, con quienes fueron papás de Emilio, rompiendo todos los cánones y prejuicios.
