Era obvio: la decisión de meter dos dulces perritos dentro de la casa de Gran Hermano no era nada inocente. Menos, teniendo en cuenta el repudio que generó Julieta en el afuera por sus polémicos comentarios sobre sus animales que le valieron acusaciones de maltrato animal.
Y la llegada de Caramelo y Mora esta abriendo una nueva e inesperada grieta entre Marcos y Disney, que hasta ahora se habían mostrado muy unidos y con mucha onda. Atrás quedaron los días de mimos y manitos “de más” en el jardín. Porque ahora Marcos tiene un nuevo móvil: defender a sus bebés.
Es que el salteño, al igual que Romi, enloqueció de amor en cuanto los cachorritos aparecieron en la puerta de la casa luego de la salida de Alfa, supuestamente para transmitir el mensaje de adopción responsable.
Y, en las últimas horas, una escena dentro del reality dejó en claro que habrá más discordias entre Juli y Marcos, a quien se le empieza a conocer la voz. Todo empezó cuando el joven descubrió que su compañera se había llevado al machito, dejando a la hembra durmiendo.
“¿Qué? ¿Dejó a Mora acá?”, preguntó La Tora, mientras Juli se iba con Caramelo a upa hacia uno de los cuartos. Entonces, Marcos le llamó la atención: “Che, ¿cómo es eso que le hacés exclusión a Mora? ¿Por qué te llevás a uno solo?”. “Se lo llevo a Romi porque está triste”, explicó ella.
“No, te llevás a los dos o no te llevás a ninguno”, siguió Marcos, firme. “Bueno, dale, después lo vengo a buscar”, le dijo Juli entre risas. “¿Cómo lo vas a dejar solito?”, la cuestionó, indignado. “¡Pero porque está dormida!”, se excusó.
“Andá, búscalo y llévalo”, siguió él. “¡Está dormida! ¡Dejala!”, insistió Poggio, y el primo repitió su orden, imperativo:“¡Andá y buscalo!”. “Bueno, ahí lo vengo a buscar”, cerró ella, ante el reto del participante favorito de la casa, el único que no quedó nominado, además de Romina, la líder de la semana.
